En el año 2013, los niveles de criminalidad lograron disminuir en Santiago, aunque no así la percepción en la población ni los casos de atracos y robo en residenciales. En lo que va de año, 165 santiaguenses han caído víctima de la violencia; unos por feminicidios y otros por ajustes de cuenta y atracos.
Las estadísticas que manejan las autoridades policiales y el Voluntariado para la Seguridad de Santiago (Voses) establecen que la media está entre 14 muertes violentas por cada cien mil habitantes.
El mayor número de víctimas corresponde a los motoconchistas, con 18 asesinatos, para despojarlos de sus motocicletas, según establecen los dirigentes de la federación que los agrupa.
Hasta noviembre, fecha en que fue levantado el estudio, se reportaron 158 muertes violentas, 32 menos que en el 2012, que fue de 190.
En los últimos seis años, las muertes en hechos violentos han sido estacionaria o constante, ni disminuyen significativamente ni aumentan. El reporte de entre 10 y 20 muertes por mes se mantiene, mientras que la tendencia anual ha sido hacia la disminución.
El pico mayor se registró en el 2005, con un estimado de prácticamente 25 muertes violentas por cada cien mil habitantes y posteriormente se situó entre 17 y 23.
Las víctimas de muertes violentas son en un 90% hombres entre 18 y 38 años y el arma de fuego es el principal objeto que se utiliza en estos hechos representando un 70% de los casos.
Percepción
Las estadísticas contrastan con la percepción de la población, que ha visto cómo fiscales, agentes policiales adscritos a la fiscal titular y hasta familiares de jueces han sido víctimas de asaltos. En las cifras que maneja la dirección provincial del Ministerio de la Mujer establece al menos 15 feminicidios.
Las que pudieron sobrevivir enfrentan traumas graves que las mantienen prácticamente sin poder ejercer un oficio. Actualmente, el Ministerio de la Mujer trabaja en dos casos, uno en el que su expareja le cercenó las manos y otro cuyos golpes en la cabeza la dejaron en silla de ruedas. El mes de agosto fue el más violento en Santiago, con un registro de 18 muertes.
Uno de los casos más sonados fue el del empresario David Gómez Grullón, ocurrido el 25 de julio de este año, en su apartamento del exclusivo sector de Cerros de Gurabo. En las investigaciones se determinó que la trama presuntamente fue planificada por su pareja sentimental. Por el hecho, la jueza del Primer Juzgado de la Instrucción, Deyanira Méndez, ordenó apertura a juicio contra Laura Michell Fernández, esposa de Gómez Grullón, y su presunto amante Yordi Manauris García. Laura Michell, al parecer, primero durmió a su esposo dándole a tomar una pastilla y posteriormente junto a Yordi Manauris lo degollaron en su misma cama.
En varias ocasiones, el Voluntariado para la Seguridad de Santiago, entidad que preside el empresario Marcos Cabral, ha mantenido la preocupación por la falta de patrullaje y los robos en residenciales. Entiende que este es uno de los aspectos que hay que reforzar para llevar tranquilidad a la población.
A mediados de año, el Gobierno decidió enviar a las calles patrullas mixtas, de guardias y agentes policiales, sin embargo, en la percepción de los santiaguenses esto no ha logrado disminuir la cantidad de atracos. Las muertes a manos de agentes policiales también permanecieron estáticas.
La población reclama mayor patrullaje
A diario, en los programas interactivos se reportan decenas de denuncias de personas despojadas de sus pertenencias, en su mayoría por jóvenes que se desplazan en motocicletas y pasolas. Un ejemplo de estos casos, es el de la empresaria Ingrid Vanesa Silverio Vargas, quien en un momento de desesperación, tras ser asaltada por Argenis de Jesús Ramírez Gutiérrez, emprendió una persecución contra su agresor y, en medio de la avenida Las Carreras, chocó con su vehículo la pasola en la que se desplazaba el atracador.
Ramírez Gutiérrez murió minutos después. Este suceso puso al descubierto la desesperación de los santiagueros ante la delincuencia. Otro hecho fue la muerte del ciclista Euri Rafael Vidal, ultimado junto a otros dos durante una mañanita.
