Habrá que preparar un seminario de teóricos para determinar cuál es la realidad en aquella frase de que el diablo sabe más por viejo que por diablo, o viceversa. Y en ese eventual encuentro tendrá que ponerse como referencia la crisis o división interna del PRD, donde hay viejos que son diablos y diablos que son viejos, lo que se refleja en las actuaciones de los bandos en pugna en diversos escenarios, nacionales e internacionales. Y para muestras están la elección del vocero perredeísta en la Cámara de Diputados, el congreso de la Internacional Socialista en Sudáfrica y los festejos del aniversario de la fundación del Parlacen en Tegucigalpa. En todos esos escenarios se percibe que más que diferencias políticas, hay hasta odio personal. Así como suena…
Hizo crisis
En los actos del Parlacen en Honduras, ante los cuales cada facción perredeísta envió su representación, Aníbal García Duvergé hizo crisis al percatarse que para un panel en que se debatiría el rol de los comunicadores de los partidos políticos, los hipolitistas habían hecho de las suyas e iban a dejar fuera al colega Melton Pineda. Fue tan efectiva la reacción de García Duvergé que, finalmente, ninguna de las partes perredeístas estuvo representada en el susodicho panel. Y ni qué decir de la lejanía que lució irreconciliable de Julio Maríñez y el colega Juan TH. ¡Aaayyy mamá…!
Nostalgia
Al exministro se le ha visto con frecuencia en uno de los pequeños restaurantes del lujoso y elevado edificio de la avenida Lope de Vega. Llama la atención que apenas consume hasta dos “cortaditos” y lee, lee, lee y re-lee un libro. Hay quienes presumen que se estaría actualizando sobre temas agrícolas y/o pecuarios, pero alguien que estuvo en el lugar esta semana observó que el exfuncionario, gelatina notoria en el pelo peinado hacia atrás, estaba leyendo un libro con carátula color rojo-chino: La Nostalgia del Poder. Si me atacan, digo…
