Insultos y golpes matizan la violencia entre estudiantes

Es normal los empujones e insultos entre compañeros de clases, pero existen límites cuando la convivencia se excede y genera violencia.

Es normal los empujones e insultos entre compañeros de clases, pero existen límites cuando la convivencia se excede y genera violencia.

Hallazgos del “Estudio de prevalencia, tipología y causas de la violencia en los centros educativos de básica y media de la República Dominicana” revelan que la violencia es más frecuente entre los estudiantes y se manifiesta en gritos e insulto -24%-, situaciones de golpes -14%-, amenazas o intimidación -7%- y lanzar objetos o romper pertenencias de un estudiantes -7%-.

Partiendo del planteamiento de que las historias de conflictos entre compañeros no es algo del otro mundo, es difícil saber determinar cuándo hacerle frente al asunto. “Todos los niños que salen al recreo se empujan, se relajan, se ponen nombres. Hay un aspecto de la violencia que es parte de la cultura y no digo que sea correcto, es parte, digamos, de la convivencia”, opina el director del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa -IDEICE-, Julio Leonardo -Leo- Valeirón. Desde su punto de vista, los límites se establecerán, “en la medida en que no sienta que me hagan daño o que hago daño con mi comportamiento”.

La psicóloga infantil Clarissa Guerrero indica que la violencia escolar tiene niveles muy sutiles, desde intimidar con miradas y gestos. “Muchas veces se cree que para que sea violencia debe ser muy aparatoso y dejar marcas físicas, pero este tipo de violencia trabaja más en el aspecto psicológico y emocional del niño e incluso puede tener mayores repercusiones a largo plazo”, advierte la especialista.

Falta vigilancia

La investigación realizada por el IDEICE en colaboración con la Universidad Iberoamericana –Unibe- deja en evidencia que los lugares donde más ocurre el acoso escolar son las áreas de recreación -52%-, en la clase frente al maestro -41%- y en los pasillos -40%- y arroja una posible falta de supervisión de parte del personal escolar, o peor aún, una tolerancia a la violencia o negligencia ante su rol como protectores de los estudiantes.

Y de esto está consciente la directora de Orientación y Psicología del Ministerio de Educación, Minerva Pérez. “Es preocupante la percepción de normalización de la violencia en el entorno escolar, que es necesario comprender para articular estrategias efectivas que logren sensibilizar, movilizar y capacitar a la comunidad educativa para combatir el problema de la violencia en todas sus formas”, indica la psicóloga.

“La comunidad educativa, además, no identifica con claridad las implicaciones o consecuencias de la violencia escolar para las personas, los centros educativos, las familias y el conjunto de la sociedad”, agrega.

Las señales

Frente a este panorama, la psicóloga infantil Clarissa Guerrero sugiere a los tutores estar atentos a sus hijos, para prevenir secuelas lamentables en los menores. El bajo rendimiento académico, la tristeza, el aumento o ausencia de sueño o el apetito son algunas consecuencias –y señales- de que un niño o adolescente está siendo víctima de violencia escolar.

“Los padres deben escuchar a sus hijos siempre. Preocuparse a diario por el colegio, los amigos y las cosas que hacen sus hijos en los momentos de ocio, no solo a nivel académico. Es importante dar fe a la palabra de sus hijos y alertar a los centros escolares de sospechar de alguna situación para que esto sea trabajado a la brevedad posible”, propone Guerrero.

“Desde muy pequeños los padres pueden entrenar a sus hijos para que eviten ser acosados y así los niños aprenden a discriminar cuando podrían ser víctimas o presenciar y detener un acto de violencia escolar”, apunta.

El estudio abarcó 2,391 alumnos en todo el país

Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) del 2011 arrojó que República Dominicana está entre los cinco países de América Latina con mayor índice de violencia física entre pares. Un dato que para Valeirón no tiene mucho sustento, porque a nivel nacional la violencia escolar no es una temática que cuente con investigaciones fehacientes.

“No me atrevo a decir que nuestro estudio –del IDEICE- es pionero, pero sí te puedo decir que es uno de los primeros que se ha divulgado con carácter nacional sobre la prevalencia de la violencia en las escuelas y con muestras significativas”. Para la muestra del “Estudio de prevalencia, tipología y causas de la violencia en los centros educativos de básica y media de República Dominicana” se tomaron 53 distritos educativos -50%- para una selección de 195 escuelas, donde se entrevistaron a 1,590 estudiantes de básica y 801 de media.

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