¿Qué de tanta magnitud le hizo Miguel Vargas a ciertas figuras perredeístas, que él mismo encumbró y ahora se han convertido en aspirantes a ser sus verdugos? ¿Porqué algunos “viejos robles” del partido blanco se niegan, rabiosamente, a aceptar la realidad de que Vargas Maldonado tiene la autoridad legal, ratificada por el Tribunal Superior Electoral, para ejercer las funciones de presidente de la organización política? ¿Cuál es el costo político que los insubordinados contra la dirección institucional del PRD creen que ese partido debe pagar en aras de su unidad interna, si es que creen que se produzca? Son tres preguntas cuyas respuestas, por necesidad, tendrían que incluir las palabras resentimiento, envidia, ingratitud, deslealtad, mediocridad y falta de personalidad. Mientras tanto, los cuervos han de seguir en su afán…
¡Pá goozaar..!
Mientras el tan, pero tan, elevado ego de algunos poetas y escribidores del patio se une al resentimiento y la envidia para regatearle credenciales y méritos personales al presidente Leonel Fernández, el presidente del Ateneo de Puerto Rico viene con varios intelectuales de la vecina isla para reconocer al jefe del Estado dominicano “por sus aportes a favor de la democracia y unificación de los pueblos”, y a entregarle la Medalla de Alto Honor, Ramón Emeterio Betances, durante un acto en el Palacio Nacional. Como diría El Caballo Johnny Ventura, en una de sus codas tradicionales en medio de un pimentoso merengue: “¡Andrecito …pá gooozaaarrr..!
“Ya veremos”
Ese “ya veremos, ya veremos” de Danilo Medina como respuesta a la pregunta sobre si habrá reformistas en el gabinete a partir del 16, ha sido como un laxante para muchos en el PRSC, estén ahora en funciones públicas o aspiren a accesar. Ese es como un “no sé todavía” o “lo estoy pensando”, pero no pasa de “talvez” o “quizás”. Otra más de El Titán de Bronce…