El subdirector de la Central de Manejo de Grupos en Conflicto con la Ley, “Antipandillas” alertó sobre las consecuencias de pertenecer a una ganga o pandilla.
También criticó que muchas de estas pandillas utilicen hasta los símbolos patrios para identificarse. El coronel Rafael Osvaldo Díaz Barro, durante una conferencia auspiciada por el Ateneo Amantes de la Luz, dirigido a estudiantes de bachillerato de los liceos Ulises Francisco Espaillat y Manuel de Jesús de Peña y Reynoso, habló sobre el final funesto de aquellos que ingresan a estas organizaciones criminales.
Dijo que en el caso de la banda Los Trinitarios, utilizan símbolos patrios, y cuando matan a uno de sus integrantes, colocan la bandera, ponen música y hacen disparos.“Estas organizaciones criminales que realizan sus actividades a través de métodos ilícitos, motivando a niños, jóvenes y adultos a ejecutar acciones contrarias a la ley, unidos por fuertes vínculos de lealtad, religión, doctrina, normas, jerarquías, no son más que farsantes que le venden ilusiones, que lo conducirán por un mal camino”, dijo.
Señaló que los que pertenecen o han pertenecido a estas bandas concluyen sus días en una de las tres C: cama, cárcel o cementerio. Explicó que hay características claras que identifican los integrantes de una pandilla, tal como tatuajes, señas, estilo de ropa, accesorios, entre otras. Por lo que sugirió a los jóvenes evitar este tipo de compañía que los conduciría por un camino equivocado.
Citó como principales causas que originan las pandillas, la desintegración familiar, el narcotráfico, la pobreza extrema, así como la falta de programas adecuados para manejar el mal. En nombre del ateneo habló Petrusca Smester, miembro de la Junta directiva, quien motivó a los estudiantes a ser agentes multiplicadores del mensaje de la conferencia y a asumir conciencia de este flagelo que tanto mal ha causado a la juventud en esta y otras naciones del mundo. En la actividad también estuvo el director regional Cibao Central de la Policía, general Pablo de Jesús Dipré. l miguel ponce
