Aceptémoslo, queramos o no, iremos irremediablemente agotándonos y más tarde o más temprano nuestra piel dejará de ser una sábana de seda. Por eso es bueno que los cuidados del rostro comiencen con tiempo, para poder contrarrestar los efectos negativos de este proceso natural y así, al menos, a pesar de que lleguen los años, nuestra piel se vea y se sienta firme y sana.
Pero cuando hablo de cuidarla, no significa que salgas a la tienda a comprar el primer producto que encuentres sin antes saber si es o no para tu edad. ¿Qué cómo así? Bueno, querida, que tu rostro no necesita del mismo trato a los 40 ó 50, que el que recibía a los 30.
Para saber cuáles son los cuidados que debes tener con tu piel de acuerdo a tu edad, conversamos con John Jiménez, director científico de innovación y desarrollo de Belcorp, y aquí te ofrecemos los tres procesos por lo que pasa tu rostro y qué debes hacer en cada caso. El especialista nos resalta que el cuidado se debe basarse en la “pirámide nutricional”, que la encabeza la edad de la mujer, sigue con los bloques del momento del día (día o noche), en el último piso comparten el escalón la zona del rostro y el tipo de cutis.
Como es a partir de los 30 años que nuestra piel va sufriendo cambios, lo que único que debemos hacer es usar protector solar y usar algún humectante. Es después de llegar a los llamados “ta” que tienes que aplicar estos consejos:
A los 30: la piel comienza a perder agua, aparecen las primeras líneas de expresión y las células tardan en renovarse. Se debe proteger de los rayos UVA e hidratarla durante el día, mientras que en la noche entonces, se debe aplicar un producto que permita recuperar las proteínas perdidas por el estrés, la alimentación y los factores medioambientales, así podrá trabajar durante las horas de sueño. Se deben tomar en cuenta las zonas más sensibles, como el contorno de los ojos.
A los 40: el proceso de la renovación celular de la piel es cada vez más lento, aquí comienza la pérdida de la firmeza y la elasticidad, además de que ya hay aparición de algunas arrugas, esto es lo que se debe trabajar. Ahora es importante alimentar con nutrientes la piel e hidratarla, para ayudar a restablecer las uniones vitales de la epidermis y se recupere el aspecto firme y elástico. En esta etapa, la alimentación jugará un importante papel, ya que es un complemento del tratamiento.
A los 50: aquí comienza como la carrera de las arrugas por ganarnos, la regeneración celular se reduce al 50%, los temidos pliegues se profundizan y la piel se reseca y adelgaza por la pérdida de nutrientes. Lo piel lo que necesita es nutrirse y renovarse. A esta edad, las zonas del cuello y el escote requieren un cuidado personalizado. En el día hay que proteger de los rayos solares que provocan mayor deshidratación de la piel, mientras que en la noche la piel se debe oxigenar, limpiar y nutrir. Es importante complementar con una dieta rica en antioxidantes, vitaminas, agua y grasas saludables.
