Para la mayoría de los empleados públicos y privados que sobrepasan los 50 años de edad, el tema de la seguridad en su Plan de Pensiones está cada vez más presente. Ya que desde la aprobación, los trabajadores dan seguimiento a su evolución pues, como es lógico, es su tabla de salvación cuando ya las fuerzas físicas y laborales de estos servidores comienzan a disminuir y sólo queda este recurso que más bien es la garantía para una alimentación mínima y un plan de salud que le permita al afiliado sobrevivir con un mínimo de decencia. Por eso cuando vuelve a la palestra el tema de que varias “empresas ficticias” se la han ingeniado para estafar el sistema, entonces se dispara la alarma. Las primeras denuncias surgieron en septiembre del año pasado y no se vislumbran acciones contundentes que enfrenten a quienes pretenden poner en peligro la seguridad de los trabajadores.
En principio se dijo que empleadores ficticios registraron hasta 150 mil empleados con sueldos de hasta 1,000 mensuales, conformaron un fraude que ponía en peligro el equilibrio financiero del sistema de seguridad social. La Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP) avaló esas informaciones. Para esos días la presidenta de la ADAFP, Kirsis Jáquez, advirtió que esta acción fraudulenta causaría graves perjuicios a la sostenibilidad del sistema y la efectiva protección de los trabajadores.
Esa acción se ha detectado al registrar y pagar de manera fraudulenta nóminas a la Seguridad Social con falsos empleados y con salarios irrisorios e irreales. Ahora se ha destapado otra denuncia de una red de empresas virtuales, que de manera ficticia conforman nóminas para estafar el sistema de seguridad social. Urge que las autoridades apuren el paso para detener este delito que adquiere más gravedad por tratarse de los fondos con que cuentan miles y miles de empleados para el momento de su retiro laboral.
