La piel, el órgano más extenso de nuestro cuerpo, experimenta cambios en la medida en que envejecemos.Es posible que después de la cuarta década empecemos a observar arrugas, manchas por la edad y resequedad. La piel también se hace más delgada y pierde grasa, tornándose menos suave y más áspera. El sol es el principal agresor a nuestra piel, por lo cual debemos protegernos de la exposición exagerada y, en caso de que sea inevitable, utilizar protector solar.

Al consumo de tabaco se le considera también un agente agresor a la piel, contribuyendo con el surgimiento de las arrugas prematuras y deterioro de la piel. Muchos productos anuncian revitalizar la piel y amortiguar o retrasar su deterioro, lo cual ha permitido que toda una industria poderosa oferte productos y pócimas vendiendo salud y desaparición de las huellas de los años que se dibujan en nuestros rostros.

En esta jornada de Semana Santa 2013 muchos dominicanos y dominicanas expondrán sus cuerpos al sol como reptiles, sin protección y sin precaución.

Pongamos atención al menos a los infantes, ya que su capacidad de respuesta al sol a veces es exagerada, no solo con deshidratación, sino también dejando huellas permanentes en la piel.

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