El presidente Danilo Medina mantiene su sencillez un año después

Desde el inicio de su gestión, hace hoy justo un año, el presidente Danilo Medina comenzó a hacerse diferente al mezclarse entre la gente, llegando, incluso, a desplazarse con los cristales de su vehículo bajos, a la vez que dejaba de lado la…

Desde el inicio de su gestión, hace hoy justo un año, el presidente Danilo Medina comenzó a hacerse diferente al mezclarse entre la gente, llegando, incluso, a desplazarse con los cristales de su vehículo bajos, a la vez que dejaba de lado la rigidez del protocolo y quebraba la imagen de poder y de grandeza asociada tradicionalmente a los jefes de Estado.

Aún Medina no se ha dejado cegar por las lisonjas y conserva la sencillez que lo ha caracterizado, lo que resalta al compartir el calor de una humilde morada allá en lo profundo del campo y en lo reducida de su escolta, comitiva que evade en sus acostumbradas visitas dominicales.

Ha roto con la tradición de colocar la foto del mandatario de turno en los despachos oficiales, y en principio era notoria la ausencia en actos públicos de la famosa silla presidencial, lo que se atribuía a un mandato expreso suyo, aunque últimamente sí se ha estado usando con más frecuencia.

La simpleza de su discurso lo acerca a la gente, y al verlo saltar un charco y agacharse para cruzar una alambrada, o la forma en que oye o abraza a la gente sin importar estratos sociales, lo afirman sencillamente como un ser humano. Esta es, probablemente, una de las razones de más peso que explican por qué es dueño de un 80% de aceptación.

Sumado a la cercanía y receptividad exhibida por el Presidente, ha incidido en ese nivel de popularidad el hecho de que Medina ha transitado este primer año sin una oposición política firme, según el criterio del politólogo Freddy Ángel Castro.

“A la ausencia de una oposición política los errores que ha podido cometer el presidente Medina de alguna manera no se han podido capitalizar, eso ha sido una ventaja”, expresa.

Caracterizado por su puntualidad, el jefe de Estado ha consolidado su figura entre los grupos de poder y a lo interno del PLD, a la vez que ha generado confianza y complacencia en la gente.

De acuerdo con Castro, la gente ve con buenos ojos la forma racional en que Danilo Medina ha manejado el gasto público. Ejemplo de ello son sus 14 viajes al exterior, en que es acompañado casi estrictamente por quienes deben hacerlo para cada ocasión, y no por amplias delegaciones pagadas con los dineros del erario. En todas sus salidas al exterior, excepto en tres, ha regresado el mismo día. Los países que ha visitado son Estados Unidos, España, Ecuador, Colombia, Trinidad y Tobago, Nicaragua, Puerto Rico, Venezuela, Haití y Costa Rica.

Altas y bajas

Para algunos cientistas sociales, este ha sido un año de más luces que sombras para el Gobierno. Medina rompió, no sólo con el estilo de su antecesor Leonel Fernández, sino en muchas áreas también con su política.

De acuerdo con un estudio de percepción sobre la valoración del primer año de la gestión del gobierno de Medina, realizado por la Fundación Justicia y Transparencia (FJT), entre los puntos luminosos de esta administración están la atención a la agropecuaria, mediante las visitas sorpresa del Presidente a los diferentes puntos del país, que de acuerdo al ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, suman 46 y con ello ha revolucionado la agropecuaria nacional.

Otros aspectos positivos que destaca el estudio son la estabilidad económica, la inversión en educación, la realización de concursos públicos para la adjudicación de obras en todo el territorio nacional, los anunciados planes de austeridad, el cumplimiento de las promesas de campaña, el acceso a créditos con tasas de interés bajas para los sectores productivos del país, incluyendo a la mediana y pequeña empresa, y la asistencia social del Gobierno.

Además, este primer año estuvo plagado de manifestaciones por diversas reivindicaciones sociales. Sólo en las cercanías de la sede del Poder Ejecutivo se han escenificado al menos 45, entre ellas, vigilias, peregrinaciones, marchas y protestas, que van desde las más atípicas hasta las más comunes.

Sin duda, muchos de los resultados óptimos que se esperaban no se lograron en este primer año como la firma de los tres grandes pactos establecidos en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END): fiscal, educativo y eléctrico.

Se ha criticado también la inercia del Gobierno frente a las denuncias y rumores sobre actos de corrupción en la administración pública.

Según Castro, sigue siendo un gran desafío la seguridad ciudadana, el problema eléctrico y la mejora de la calidad de la educación, que es el gran reto de la inversión que se hizo en ese sector.

Aunque el brillo del Presidente empalideció al implementar algunas medidas como la Reforma Fiscal, por ejemplo, el ‘año uno’ de Medina ha sido calificado por los analistas económicos y sociales como “muy positivo”, en vista del punto de partida complicado que tuvo y de las grandes expectativas puestas en él.

Aceptación
Por la sintonía de Danilo Medina con el sentir del pueblo, su nivel de popularidad se ha mantenido por encima del 80%.

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