Cuando en agosto del 2012 Danilo Medina juró como presidente, la promesa de combatir la pobreza se hizo presente desde el principio hasta el final del discurso con el que habló a la nación que lo escogió como gobernante.“Nuestra principal prioridad será, por un lado, disminuir considerablemente la pobreza absoluta en nuestro país. Y por otro, disminuir la gran desigualdad social”. En ese contexto de su alocución, Medina hablaba de la necesidad de concertar un pacto social que ayudase a su gobierno a reducir sustancialmente las líneas de pobreza en la que vivían miles de dominicanos, cuando tomó las riendas de la Administración Pública.
Recuerdo que su discurso inundó de esperanzas a millones de dominicanos que fueron testigos de aquel compromiso asumido frente a la Asamblea Nacional. Y no faltaron los escépticos de siempre, aquellos que dedican gran parte de su tiempo a denostar las buenas iniciativas de quienes realmente les preocupa el futuro de nuestra patria.
Sin embargo, el apoyo que desde el inicio de su gobierno recibió Danilo Medina fue más que suficiente para comenzar una nueva era en nuestra historia republicana. Una nueva era caracterizada por un estilo de gobernar basado en el alto nivel de sensibilidad y compenetración social que durante estos cuatro años ha puesto en marcha el Presidente.
“Por eso voy a gobernar para nuestra gente, con el oído siempre puesto en el corazón del pueblo, y colocando a las personas en el centro de todas las políticas.
Porque solo así vamos a romper el círculo vicioso entre pobreza y subdesarrollo”. De esta forma, la palabra pobreza seguía siendo pieza clave en las primeras palabras pronunciadas por Danilo, ya como primer mandatario.
Ayer, faltando justo un mes y medio para cumplir su primer mandato, Danilo demostró que en política para ir de la palabra a los hechos solo es necesario tener voluntad y disponibilidad de actuación.
Y eso fue lo que ayer quedó demostrado en La Barquita. A partir de ayer, decenas de familias salieron de la pesadilla espantosa que representaba vivir a orillas del río Isabela. Ayer, los residentes de La Barquita dejaron de ser objeto de noticias trágicas, y celebraron junto al Presidente que prometió y cumplió que gobernaría “con el oído siempre puesto en el corazón del pueblo”.
Yo también festejé aquel momento
inolvidable, convencida de que, efectivamente, las personas estarán siempre en el centro de las políticas públicas desarrolladas por un gobierno encabezado por Danilo Medina.
