David Ortiz tiene 17 años de carrera profesional en las Grandes Ligas. Durante ese lapso de tiempo, el designado de los Medias Rojas de Boston, ha disfrutado de importantes logros, entre los que se citan dos anillos de campeones (2004 y 2007).Rumbo a cumplir 38 años (el 18 de noviembre), y cuando aún le resta un año más de su contrato, la palabra retiro aún no se encuentra en su listado de grandes prioridades, aunque de hacerlo, sería por todo lo alto.
“Quiero seguir dedicándome a fondo a lo que aún sigo haciendo, que es jugar béisbol”, dijo Ortiz en una entrevista concedida a Manny Mota para elCaribe.
“Ese es el orgullo mío, el poder ayudar el equipo y producir. Hasta ahora me siento bien para seguir batallando en el terreno”, agregó. Sostuvo que su cuerpo, contrario a seis años atrás, aún se mantiene en óptimas condiciones y la actuación que está presentando en la actualidad es la mejor carta de presentación, en vez de pensar en el retiro.
“No me gustaría que me saquen del terreno de juego como sacaron a Luis Polonia en la pelota invernal. Vamos a ver cómo Dios se la pone a uno. Por el momento quiero seguir disfrutando de lo que sé hacer, aunque hay que entender que ya los hijos de uno están creciendo”, puntualizó.
Ortiz se encuentra en la primera temporada, de dos que firmó con los Medias Rojas por 26 millones de dólares. El monto a devengar por la actual temporada es de 14 millones, mientras que para el 2014 es de 11, más un bono de un millón por haber aceptado el contrato. “Cuando me retire quiero hacerlo por todo lo alto. Quiero hacerlo como lo han hecho grandes estrellas del béisbol. No quiero un retiro forzoso como ha sucedido con otros peloteros”, expuso el “Big Papi”, quien se encuentra en su temporada número 11 vistiendo el uniforme de los Medias Rojas.
Bien de salud
El año pasado, el pie derecho de Ortiz estaba lastimado (lesión en el tendón de Aquiles), lo que le imposibilitaba accionar con normalidad en el juego con los Medias Rojas en su función como bateador. “Recuerdo no que no podía afincar mucho el pie. Era algo que me estaba causando mucho dolor. Estuve a punto de desgarrármelo, pero gracias a Dios no sucedió y por eso estamos hoy aquí jugando béisbol”, puntualizó Ortiz.
Y es que precisamente, al superar el malestar, David se sitúa entre los mejores bateadores de las Grandes Ligas en la actual temporada.
“Ese trabajo que estoy desarrollando actualmente se lo atribuyo, después de Dios, a la madurez que uno tiene como bateador. Por encima de todo sigo trabajando fuerte como lo he venido haciendo a través de mi carrera. Soy de las personas que no se descuida con el gimnasio. Trato de cuidarme más, no es joven el uno se va poniendo, sino viejo y el cuerpo va pidiendo más descanso y si tú no se lo da, entonces no vas a poder ser el mismo”, puntualizó. Sostiene que dentro del programa que registra a diario en el gimnasio se encuentra el levantamiento de pesa y correr, entre otras rutinas.
“El día que no lo hago, me siento incómodo, como que le estoy regalándole los turnos al pitcher. Trato de mantenerme con eso. La energía y la positividad, así como ser agresivo en el home, todavía se mantiene”, dijo David.
Sin el encuentro de ayer ante los Rays de Tampa Bay, Ortiz registraba un promedio de bateo de .312, con 26 cuadrangulares y 90 carreras remolcadas en 458 turnos con los punteros de la División Este de la Liga Americana, los Medias Rojas. En torno a la opinión de muchas personas que expresaban que no tendría la misma fuerza que en temporadas anteriores, Ortiz sostiene que es de los jugadores que prefieren callar antes de dar una opinión sobre ese tipo de criterio. “La gente siempre está opinando, haciendo comentarios y eso se lo respeto. Lo único que les puedo decir es que soy uno de los caballos de este equipo y en base a eso es que yo trabajo. Lo que digan a mí me tiene sin cuidado”, expresó el veterano jugador que nació en 1975.
Un equipo más compacto
La temporada pasada, bajo la tutela de Bobby Valentine, los Medias Rojas de Boston registraron una de sus peores campañas en las Grandes Ligas (69-93) luego de finalizar últimos en su división.
Este año, todo ha sido diferente en el equipo. Está sólido en la cima de la división Este de la Liga Americana (87-58) y se encamina a las 100 victorias por primera vez desde 1946. Todo esto es parte del buen ambiente que se respira en esa organización y del que Ortiz también es responsable.
“El año pasado hubo muchos problemas”, dijo Ortiz. “Empezando por la cabeza del equipo (el dirigente). Gracias a Dios que este año todo es diferente. La cabeza que tenemos ahora (John Farrell) piensa mucho, analiza mucho. Se asegura de que todos en el equipo estemos positivos. Que acudamos al terreno a dar el cien por ciento. Asimismo, nos da algo que en realidad es lo más importante que pueda recibir un jugador, que es la confianza”, manifestó el pelotero que llegó a la organización de Boston en la temporada de 2003, luego de una estancia de seis años con los Mellizos de Minnesota.
Manifestó que el impacto que ha creado la presencia del dirigente Farrell en el equipo ha sido clave para que hoy el equipo se encuentre en el mejor de los sitiales. “Ha sido algo de un extremo a otro. Todos en el equipo hemos tenido cada día esa confianza por parte del dirigente para seguir ganando partidos. No le hemos quedado mal a él (Farrell)”, sentenció el jugador. Recientemente, David se convirtió en el dominicano número 16 que ingresó en la lista de los 2,000 hits, gracias a un doble que conectó en su cuarto turno del partido en que su equipo apabulló 20-4 a los Tigres de Detroit.
En contra de los que hablaban de Soriano
El renacer ofensivo que ha presentado Alfonso Soriano tras su llegada a los Yankees de Nueva York llena de júbilo a David Ortiz.
“A aquellos que hablaban que Soriano estaba acabado que hablen ahora. Que saquen la cara. Está quemando la liga. Hablaron y dijeron muchas cosas negativas de mi hermano Soriano y ahora todo el mundo tiene que tragarse las palabras, porque el hombre está encendío”, expresó.
Manifestó que hay jugadores que necesitan una motivación, punto que, a su juicio, le hacía falta a Soriano.
“Estamos hablando de un jugador que echó los dientes en un equipo competitivo como el de los Yankees, que luego pasó a Texas, más tarde a Washington, equipo en donde comenzó a jugar mejor, pero llegó a Chicago (Cubs), un equipo que tiene varios años sin ganar un título y es ahí donde él necesitaba una luz. Regresa a los Yankees y ya ustedes ven cómo está el bate de caliente”, sostuvo Ortiz.
Antes de llegar a los Yankees, Soriano registraba 17 jonrones, con 51 carreras remolcadas y un promedio de .254 en 93 partidos. En tanto con los Yankees tiene 13 vuelacercas, con 44 empujadas y .255 de bateo con el madero. “La llegada de Soriano a los Yankees le brindó motivación al equipo cien por ciento y se mantienen en la batalla por llegar a los playoffs”, dijo. Al igual que David, Soriano también forma parte del grupo de criollos con dos mil o más hits en su paso por las Grandes Ligas. Ortiz llegó a esa cifra en el partido 1,949 y a la edad de 37 años, nueve meses y cuatro días, mientras que Soriano lo hizo en el encuentro número 1,864 el 11 de agosto, gracias a un cuadrangular en la cuarta entrada frente a los Tigres de Detroit. El nativo de San Pedro de Macorís conectó su histórico imparable a los 37 años, siete meses y cuatro días.
David:
A aquellos que hablaban que (Alfonso) Soriano estaba acabado, que hablen ahora. Que saquen la cara. Está quemando la liga”.
