SAN LUIS (AP) — David Ortiz no quiere irse de Boston.Después del monumental desplome de los Medias Rojas en septiembre y el subsecuente revuelo por versiones de prensa de que lanzadores del equipo bebían cerveza y comían pollo frito en el vestuario, el artillero dominicano expresó el jueves su deseo de permanecer en la franquicia en la que ha militado desde 2003.
«Claro que me gustaría volver», señaló Ortiz tras recibir el premio Roberto Clemente previo al segundo juego de la Serie Mundial. «He estado un buen tiempo en Boston y me gustaría quedarme».
El bateador designado podrá declararse agente libre tras el Clásico de Otoño. Viene de una productiva campaña en la que bateó para .309 con 29 jonrones y 96 impulsadas.
«Soy parte de la agencia libre y vamos ver cómo termina la cosa», indicó.
Renuente a hablar sobre las recientes semanas de turbulencia en Boston tras quedar fuera de los playoffs, Ortiz declaró que el equipo primero debe poner la casa en orden.
«Son muchas cosas que están pasando ahora mismo. Tienen que resolver todo eso, lo del gerente general y el manager. Después de hacerlo, creo que entonces se pondrán a hablar con los jugadores. Ya vamos a ver. Queda mucho tiempo», afirmó.
Boston gozaba de una ventaja de nueve partidos sobre Tampa Bay el 4 de septiembre por el wild card de la Liga Americana, pero perdió 18 de sus últimos 24 juegos y fue eliminado en el último día de la campaña regular.
Terminada la temporada, el manager Terry Francona decidió alejarse y el gerente general Theo Epstein estaría a punto de renunciar para aceptar un puesto ejecutivo con los Cachorros de Chicago.
Además, el diario The Boston Globe reportó este mes que los abridores Josh Beckett, Jon Lester y John Lackey solían beber cerveza y comer pollo frito en los días que no les tocaba lanzar.
«Yo estoy un poco desconectado de eso», dijo Ortiz. «Hay que dejar que el viento se lo lleve. El equipo está trabajando en mejorar, según lo que he escuchado».
Ortiz también señaló que fue mal interpretada una entrevista que concedió a ESPN a comienzos de mes en la que mencionó que consideraría jugar con los Yanquis de Nueva York, los enconados rivales de Boston en la División Este.
«Nunca dije que iba a firmar con los Yanquis. Que no lo dije», recalcó. «Me preguntaron si yo podría jugar para los Yanquis y yo respondí que lo pensaría. Pero no confirmé que iba a jugar con los Yanquis. Sigo siendo de los Medias Rojas».
Ortiz habló tras recibir el premio Roberto Clemente, el cual se entrega cada año a un pelotero de las Grandes Ligas que apoya a la comunidad y se destaca en el diamante.
En su caso, Ortiz mantiene una fundación que recauda fondos para financiar cirugías a corazón abierto para niños en la República Dominicana y Estados Unidos.
Ortiz es el segundo jugador consecutivo de los Medias Rojas en obtener el galardón. El pitcher Tim Wakefield lo ganó el año pasado.
El puertorriqueño Clemente fue jardinero derecho de los Piratas de Pittsburgh y es miembro del Salón de la Fama. Murió en un accidente de aviación el 31 de diciembre de 1972 cuando intentaba llevar alimentos y otros pertrechos a las víctimas de un terremoto en Nicaragua.
Concluyó su carrera con exactamente 3.000 hits.
«Es una leyenda de nosotros que no era solamente una súper estrella en el terreno, sino fuera del terreno; tremendo ser humano», dijo Ortiz. «Cuando me llamaron para esto, yo estaba totalmente sorprendido».
«No busco que me reconozcan, sino hacer las cosas bien de manera de ayudar a más gente», añadió.
