El expresidente de la Suprema Corte de Justicia, se unió al debate sobre la responsabilidad de los establecimientos cuando en los parqueos se producen robos o daños a vehículos de sus clientes.En el ensayo publicado este miércoles en su blog, Jorge Subero Isa desglosa el contenido de la sentencia dictada el 13 de marzo de 2013 por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, que falló a favor de una mujer, a la cual despojaron de su vehículo mientras se hallaba en una conocida cadena de supermercados.
“Se trata de una sentencia innovadora que sigue la línea de ruptura con la jurisprudencia tradicional dominicana en el ámbito de la responsabilidad civil”, afirma el destacado jurista.
Según el dictamen de la SCJ, los establecimientos comerciales sí están obligados a garantizar la seguridad de los vehículos de sus clientes que se han confiado para su cuidado.
“El fundamento de la responsabilidad civil del establecimiento comercial tiene su origen en el incumplimiento de una obligación contractual asumida de manera espontánea, consensual y sin formalidad alguna, que consiste en el compromiso asumido por el establecimiento cuando ofrece un espacio en sus instalaciones destinado al parqueo de los vehículos de sus clientes, habida cuenta de que dicho ofrecimiento, está motivado por la expectativa del consumo que realizarán los clientes y, carecería de eficacia, si no implicara la obligación de garantizar el disfrute pacífico del parqueo, manteniendo las condiciones de seguridad y vigilancia que impidan su perturbación”. El veredicto agrega que “poco importa que los clientes no paguen una tarifa para su uso, debido a que se presume que el costo por el estacionamiento es cargado a los consumos de los clientes en el establecimiento, ya se trate de compras de productos o por el uso de los servicios que ofrecen”.
Ticket de parqueo compromete comercios
Según la sentencia, el ticket de parqueo que le fue otorgado a la demandante para tener acceso al estacionamiento prueba su ingreso y reúne las formalidades que autoriza a tenerlo. “Dicha sentencia expresa que todo aquel que se beneficie de una actividad, debe cargar con los riesgos que tal actividad puede producir o acarrear”, concluye el expresidente de la SCJ.
