Era un hecho que los días de Fernando Ravelo estaban contados con los Tigres del Licey tras otra temporada marcada por el desastre.
Los resultados motivan las decisiones así que todos los caminos conducían a remover al siempre afable Ravelo de sus funciones. Hasta ahí entiendo el fondo del tema. Ya la forma entra en otro escenario no tan agradable.
Al menos en la percepción, que prevalece por encima de todo la mayoría de las veces, el país supo primero que Fernando sobre su cancelación a futuro.
El malestar que impera en la fanaticada felina es gigante y hace rato que se está pidiendo una cabeza. Ahí está. Ya la tienen. Empero, pudo haberse tomado otro camino.
No hay ejecutivo que actúe por su lado. Todos rendimos cuentas a superiores. Lo idóneo es “despachar” con alguien de mayor rango.
Muchas decisiones no fueron de su exclusividad. Lamentablemente las derrotas son huérfanas y las victorias de todos.
Hubo imposiciones que fueron desaciertos. Uno grande fue la contratación de Dean Treanor, quien a las dos semanas de dirigir tenía todas las características de un capataz que no terminaría la campaña.
Y así fue.
El cambio por Fautino de los Santos al Escogido es uno de los peores en la historia de la liga. Así por el estilo encontramos otras medidas que se hicieron sin que necesariamente el hoy exgerente estuviese de acuerdo.
Los Tigres tienen miles de preguntas por responder. Su legión de seguidores exige respuestas. Hay un proceso eleccionario que se avecina. Mientras se adoptan las medidas de rigor es necesario recordar que si no existe armonía y metodología en la oficina de mando difícilmente aparezca la química necesaria donde se obtienen las coronas: el terreno de juego.
Apunte esto
Justin Upton estará junto a su hermano B.J. con los Bravos de Atlanta… Pedro Martínez fue anunciado como asistente del gerente de los Medias Rojas… Le deseamos suerte en sus funciones… Cuenta con la inteligencia, la experiencia y el aura para ser un hombre de béisbol.
