El club Mauricio Báez se coronó campeón del torneo distrital de baloncesto Sub-25 ante un San Carlos que dio también una excelente serie. Tuve la oportunidad de ver una considerable cantidad de partidos y quedé gratamente sorprendido por el enorme talento existente en los clubes que participaron de ese evento.
Mucho crédito a la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal), que tuvo la visión de abolir el torneo presuperior para dar paso a este Sub-25. Recuerden que básicamente los mismos jugadores que participaban en el superior también lo hacían en el presuperior, uno de los desatinos más célebres en la historia de nuestro basket.
Actuando así, definitivamente, no se podía hablar del tan mencionado desarrollo, pues era casi seguro que los basquetbolistas que despuntaron en este certamen jamás lo hubiesen hecho bajo el anterior modelo.
San Carlos, por ejemplo, tiene un núcleo de sub-25 que viene junto desde el minibasket y tuvo en este torneo una gran plataforma para mostrar su talento. Su coach, Joel Féliz, también ha crecido con sus jugadores, quienes lucieron extremamente compenetrados en cancha.
En el caso de Mauricio Báez también desborda talento para rato. La unión de estos dos clubes hizo que una sorprendente avalancha de público asistiera al juego final, el jueves en el Palacio de los Deportes, me imagino que amparada en su amor por el juego y el orgullo barrial.
Tenía mucho tiempo que no veía esa instalación a esa capacidad, pues, según la organización, se metieron casi siete mil personas allí. Eso me hizo pensar de inmediato en lo necesario que se torna Mauricio Báez para el baloncesto capitalino, incluido el torneo distrital.
Villa Juana quiere baloncesto y así lo hizo ver durante todo el certamen Sub-25 que, dicho sea de paso, se celebró en su flamante club que no lo tienen otros que sí participan en el torneo superior distrital. El baloncesto allí brota por los poros de cada villajuanero joven que imbuido por las cinco coronas distritales desea un regreso tras el retiro de 2003.
