¿Recuerdan el ventorrillo? Se trataba de una mesa con víveres, verduras, tubérculos y una que otra fruta, todos recogidos en el patio o en el monte para vender a los del lugar; un comercio familiar para reunir algún recurso para comprar grasa, sal, salchichón u otros alimentos. En los años de la Independencia Nacional se les identificaba como comerciantes al detalle. Del ventorrillo se pasó a la pulpería, la cual se instalaba dentro de la casa, con una puerta hacia el frente, con más mercancías. En ambas no había personas asalariadas, por ser expresiones claras de un comercio pre capitalista.
Posteriormente los colmados desplazaron los ventorrillos y las pulperías, siendo establecimientos con mayor inventario de mercancías, atendidos por alguien de la familia y en ocasiones con empleados asalariados. Estimulados por la industria cervecera de 44 mil colmados pasaron a ser colmadones.
Fruto del crecimiento económico en las grandes ciudades, se instalaron los supermercados, lugares de expendio de una gran variedad de alimentos de origen nacional e importados. Parecía que esa expresión del desarrollo del comercio se detendría ahí; pero no, se ha pasado a los mall, centro comercial, donde en una misma edificación operan supermercados, ferreterías, librerías, tiendas de juguetes, ropa, restaurantes, heladerías, etc. Algunos de estos centros son cadenas internacionales. Del ventorrillo al mall han pasado varias décadas, obviamente propiciados por el crecimiento de la economía dominicana. Efectivamente, el producto interno bruto (PIB), que es la riqueza que con su trabajo produce anualmente toda la sociedad, desde 1973, cuando se fundó el PLD, de dos mil 344 millones de dólares veintitrés años más tarde, 1996, cuando el PLD accede al poder, lo encuentra en 18 mil 138 millones de dólares. Sin embargo, en 18 años, del 1996 al 2013, después de tres gobiernos y el primer año del cuarto gobierno del PLD, el producto interno bruto ha crecido a 61 mil millones de dólares, constituyendo un hecho que ha sido calificado de admirable por organismos internacionales; todo a pesar del decrecimiento provocado por el mal manejo del gobierno del PRD, 2000-2004.
Los éxitos en este sentido del PLD se originan en sus raíces fundacionales, pues hacen 45 años, el 10 de agosto de 1969, estando el profesor Bosch en Yugoslavia, escribía propugnando por “…un régimen de justicia social y al mismo tiempo de libertades auténticas y de respeto a la voluntad popular de las mayorías, que no llegue, sin embargo, al límite extremo de aniquilar el pequeño núcleo de la burguesía nacional…”.
Ese pequeño núcleo de capitalistas que entonces mencionaba es hoy una gran pirámide empresarial, la cual ha tenido, en sus diversas expresiones de desarrollo del capital, presencia significativa por ese crecimiento del PIB. Ahora el PLD debe consolidar su posición de centroizquierda diseñando y ejecutando las políticas públicas necesarias para propiciar una participación del total de la población en la generación de las riquezas, incluidos el 40% que se localiza en estado de pobreza, elevar la calidad de los servicios públicos y garantizar el ejercicio de los derechos, para que ese crecimiento sea en igualdad de oportunidades para todos.
