Nélsida Marmolejos deploró el hecho de que la gran mayoría de las personas pensionadas no tengan un seguro médico, a pesar de que el dinero para ello está disponible. Marmolejos, directora de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (Dida), dijo que esa es una de las grandes fallas del Sistema Dominicano de la Seguridad Social, ya que es una lástima que luego de una vida de trabajo al final las personas pensionadas no tengan garantizada su atención médica.
Dijo que en cuanto a la salud de los pensionados, la República Dominicana está en crisis, ya que no se ha ampliado la cobertura y se hace necesario ampliar los topes, sobre todo en lo referente a los riesgos laborales.
“La mayoría de los pensionados no tienen cobertura de salud, contradiciendo los principios de la ley, y muchas personas no quieren pensionarse para no quedarse sin esa cobertura”, apuntó.
A su juicio, “la ley no es incoherente, la incoherencia está en la aplicación”.
Recordó que los empleados pagan la seguridad social futura y que el Estado debe asumir el costo de los que ya no están empleados, además de que todo el que trabaja cotiza, lo que significa que hay fondo para que los pensionados puedan tener sus seguro médico.
En ese sentido, lamentó que muchas personas que ya no están en el mercado de trabajo no dispongan de seguro médico, teniendo que valerse de la ayuda de familiares y amigos ante las enfermedades para no quedarse desprotegidas.
Observó que la mayor debilidad del sistema es que no es inclusivo, ya que la mayoría de los trabajadores informales no tienen seguros.
La directora de la Dida se expresó en esos términos al dejar abierto el foro regional latinoamericano sobre protección social “Seguridad Social y Defensoría Ciudadana”, que desde ayer hasta hoy se desarrolla en el hotel Sheraton de Santo Domingo.
Nélsida Marmolejos clama por reforma Salud
Marmolejos abogó por una reforma del sistema de protección social en el país, sobre todo en el sector salud y en seguridad social, que se inscribe dentro del proceso de reforma y modernización del Estado que se da en todos los países de América Latina, y el nuestro no fue la excepción; reformas que propenden a la adecuación de los procesos de globalización y de mundialización de la economía.
