Santiago. El Centro Histórico mejora su cara luego del desalojo de 150 buhoneros que por espacio de 25 años operaron de manera informal.Los vendedores fueron desalojados desde la calle San Luis hasta la avenida presidente Antonio Guzmán. Otros salieron por su propia cuenta y pasaron a ocupar los módulos instalados en la Plaza del Buhonero Lorenzo Vargas, construida por la alcaldía.
La medida es respaldada por la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, que valora como positivo el que sean dejados los espacios para los peatones.
Marcelino Fernández, propietario de la tienda La Ópera, propone como medida alterna, para mejorar el sistema de tránsito, la reinstalación del sistema de parquímetros. Según Fernández, se hace necesario que el Centro Histórico cuente con los estacionamientos regulados, necesarios para los clientes.
También plantea el reacondicionamiento de las aceras, a pesar de que las mismas solo hace dos años que fueron reconstruidas por el gobierno central.
Todavía en algunos puntos del casco urbano, vendedores de frutas y bisuterías continúan operando de manera informal, en calles como la Máximo Gómez, y la 30 de Marzo, pero el alcalde Gilberto Serulle prometió que todos serán reubicados a espacios más seguros.
La lista de los adquirientes de módulos, agrupados en el sindicato de buhoneros, es de 194, aunque se estima que la cantidad de vendedores informales existentes supera los 450.
La semana pasada una parte de los vendores, que por casi tres décadas se establecieron en el casco urbano, comenzaró a salir por cuenta propia. Los primeros en hacerlo fueron los 30 buhoneros que desde octubre del 2011 se mantuvieron ocupando la calle España y que bloquearon el paso de vehículos que penetraban desde distintas zonas del municipio. Se espera que con la limpieza que ahora se visualiza en algunas vías las tiendas del Centro Histórico recobren sus atractivos.
