Vecinos de Tamayo me reportan que desaprensivos están lanzando sustancias venenosas a las rigolas (canales de regadío) que van desde el batey 1 hasta el batey 7 con la finalidad de capturar envenenados peces de tamaño comestible que luego venden en los mercados de la región sin tomar en cuenta el efecto nocivo que ello puede ocasionar a la salud de quienes los consuman. El envenenamiento de esas aguas también afecta la crianza de ganado en el área. Dicen los quejosos que aún cuando han hecho el reporte a los representantes del Ministerio de Medio Ambiente en la zona, éstos -aparentemente- no han hecho nada. A ver quien se anima……
Delincuencia, S.A.
La delincuencia parece que está de plácemes y el imperio de sus deseos y voluntad echa por la borda todo cuanto implica la puesta en marcha del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, cuya ejecución han anunciado las autoridades por todo lo alto. Además de acciones delictivas que son el pan nuestro de cada día, como atracos y asaltos a ciudadanos indefensos en calles y avenidas, los delincuentes también balean a sus víctimas a su antojo y a veces da la impresión de que se sienten respaldados. Por ejemplo, desde Nueva York, mi amigo Diómedes Sánchez, que edita el muy leído digital Labazuka.com, me reporta lo que aconteció hace más de 10 días a parientes suyos en Sabana del Puerto, Bonao. Veamos: Sergio Sánchez, su esposa y su hija Joselin, fueron baleados por 4 encapuchados que se presentaron el pasado día 3 a las 10 de la noche, en su residencia, con el fin de atracarlo. Los esposos recibieron disparos que no fueron de gravedad pero su hija de 9 años está aún interna en el hospital infantil Robert Read Cabral, de la capital, con dos balazos en el pecho, y se mantiene en condiciones críticas. La familia Sánchez reportó el hecho tanto en el cuartel policial de Las Cruces de Sabana del Puerto como también en Bonao, pero desconoce que la uniformada haya hecho algún esfuerzo por dar con los autores del hecho, y eso les intriga y preocupa. ¡¿Quién asume el desafío?!…
