La desigualdad territorial

La desigualdad es uno de los más graves problemas de las sociedades latinoamericanas y tiene serias repercusiones para el desarrollo y el bienestar. La iniquidad significa que los derechos que tienen las personas a una vida digna se ejercen de form

La desigualdad es uno de los más graves problemas de las sociedades latinoamericanas y tiene serias repercusiones para el desarrollo y el bienestar. La iniquidad significa que los derechos que tienen las personas a una vida digna se ejercen de forma muy diferenciada, y que las oportunidades que tienen son muy desiguales.Cuando hay diferencias muy agudas entre las personas, se erosiona el sentido de pertenencia a un colectivo y se debilita el sentido de nación. También hace que sea más difícil reducir la pobreza y lograr que las personas vivan una vida libre de privaciones porque los beneficios del crecimiento económico se concentran. Otra consecuencia negativa es que impide el desarrollo del sector privado porque mantiene los mercados reducidos, frenando la masificación de la demanda y del consumo.  Además, la concentración de la riqueza se asocia, se alimenta y es alimentado por una concentración del poder que perpetúa el estado de cosas porque impide que las políticas públicas contribuyan a romper con la inercia de la desigualdad, y porque hace que los mercados funcionen en contra y no a favor de las personas pobres.

Generalmente, la desigualdad distributiva se expresa a través de indicadores nacionales como la proporción del ingreso que recibe el 20% más rico de la población comparado con la que recibe el 20% ó 40% más pobre.

Sin embargo, más recientemente se le ha prestado atención a otra dimensión de la iniquidad, la que ocurre entre los territorios. Las personas viven en espacios y entornos específicos, por lo que las oportunidades de empleo e ingresos y de acceso a servicios básicos se dan en territorios concretos. Por ello, la desigualdad no sólo es entre personas ricas y personas pobres en general, sino también entre aquellas quienes viven en unos territorios con respecto a quienes viven en otras partes.

En el caso dominicano, las iniquidades territoriales son pasmosas. Por ejemplo, el ingreso medio familiar en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo es más del doble del ingreso de la región El Valle (San Juan y Elías Piña). En esa región y en la región Enriquillo (Barahona, Pedernales, Baoruco e Independencia) la incidencia de la pobreza de ingresos es más del doble que en el Distrito Nacional y Santo Domingo, y cerca de un 50% más alta que en el promedio del país.

Por las condiciones en que viven y la calidad de los servicios de salud, un niño o una niña de Baoruco, Barahona o Monte Cristi tiene tres veces más probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años de edad que un niño o una niña en Sánchez Ramírez, La Vega, San José de Ocoa o Santiago, y cuatro veces más probabilidades de morir que un niño o una niña de la provincia Espaillat.

Un o una adolescente que viva en las zonas rurales tiene tres veces más probabilidad de no saber leer y escribir que uno o una que viva en las ciudades. Si vive en Elías Piña, Pedernales, Azua o Baoruco tiene entre seis y ocho veces más probabilidades de ser analfabeta que si vive en el Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago o La Romana.

Un o una joven entre 18 y 21 años que viva en las zonas urbanas tiene dos veces y media más probabilidad de terminar la secundaria que uno o una que viva en las zonas rurales. Si vive en Elías Piña o Pedernales, es casi seguro que no la termina, y si vive en Azua, Baoruco, Dajabón, El Seibo o Independencia, tiene un cuarto de las probabilidades de terminar que las que tuviese si viviese en Duarte, Hermanas Mirabal, Sánchez Ramírez, Santiago o Santiago Rodríguez.

Una persona que resida en Elías Píña tiene diez veces más probabilidad de vivir en una casa con piso de tierra que una que viva en otra provincia, y si vive en Azua, Baoruco, San Juan o Monte Cristi tiene cinco veces más probabilidad que si vive en San Pedro de Macorís, Espaillat o Peravia.

Es por ello que cuando se habla de políticas contra la iniquidad, hay que hablar de propuestas específicas para la gente que vive en territorios concretos; gente con un nombre, un apellido, un sexo y un espacio.

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