Detener la sangre

La agresividad a que están expuestos los dominicanos de parte de delincuentes no tiene límites. No pasan las horas cuando se denuncia una acción criminal cuando ya se está produciendo otro hecho de igual naturaleza.En el pasado reciente…

La agresividad a que están expuestos los dominicanos de parte de delincuentes no tiene límites. No pasan las horas cuando se denuncia una acción criminal cuando ya se está produciendo otro hecho de igual naturaleza.

En el pasado reciente todavía se hablaba de algunas zonas de la República donde se podía vivir con cierta tranquilidad, toda vez que los hechos violentos de parte de criminales sólo se conocían por las noticias. Ya eso es historia.

Y cada vez los delincuentes son más malvados. Atacan a sus víctimas sin discriminar. Pueden ser ancianos o mujeres indefensas, y de paso, hasta los niños. El asesinato del niño Maiker Junior Lara, en Baní, provincia Peravia, hiere al más insensible, y no se comprende cómo los desalmados que atacaron a su madre Santa Bienvenida Lara, para arrebatarle un motor, no se detuvieron siquiera por el hecho de que viajaba en compañía de su pequeño hijo.

¡Qué! ¡Cómo dispararle tan cobardemente a esos dos seres indefensos en esas condiciones!

Es un desafío de la criminalidad a todo el mundo. A la Policía, que está siendo victimizada cada vez que asaltan a uno de sus miembros. Los despojan del arma y los asesinan. Desafían sistemáticamente a la sociedad toda, que ve cómo personas indefensas son asesinadas tan brutalmente.

El propio jefe de la Policía, mayor general Castro Castillo, nos hablaba de que la institución está siendo desafiada cada día. Precisamente, cuando más se empeña en tratar de respetar los derechos ciudadanos. Se compromete a no realizar redadas masivas ni detener a ciudadano sin causa justificada. El respeto a los derechos humanos ante esta ola de criminalidad constituye un reto tremendo.

Este río de sangre debe detenerse. Y es necesario que las autoridades cuenten con el mayor grado de colaboración frente a tantos desmanes.

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