Un importante tramo de la autopista Duarte, a la entrada de la capital, presenta un progresivo estado de deterioro que, junto a la falta de señalización en gran parte de la vía, se dificulta cada vez más el tránsito vehicular hacia y desde la región del Cibao.
El problema comienza desde el kilómetro 22 y se extiende hasta cerca del 12 con agrietamiento del pavimento y la formación de algunos hoyos que tienden a dificultar el intenso tránsito que se registra en el área, sobre todo en el lado frontal norte del poblado de los Alcarrizos.
En una gran extensión de la transitada autopista ya prácticamente ha desaparecido la señal blanca que delimitaba los dos carriles que separan la vía, tan vital para la seguridad del tránsito, sobre todo cuando llueve y en horas de la noche.
Corresponde al Ministerio de Obras Públicas, organismo encargado del mantenimiento del sistema vial, reiniciar lo antes posible los trabajos de reparación de la carpeta asfáltica que fueron suspendidos hace algún tiempo por esa cartera.
Falta de alumbrado
Otro serio problema que se confronta en esa parte de la autopista es el de la falta de alumbrado público en una prolongada extensión de la misma. Y tal situación no se justifica si se toma en cuenta que dicho tramo vial cuenta con los postes y las bombillas necesarias para su iluminación.
Nos comunicamos con un residente del lugar, quien manifestó que no había luz porque a la citada línea le había sido suspendido desde hace algún tiempo el servicio de suministro de energía eléctrica.
El descuido en el mantenimiento de la autopista Duarte va en contraposición con el proyecto de mejoramiento vial que actualmente ejecuta en la misma el gobierno bajo el nombre de Corredor Duarte.
