El 29 de abril, día en que tomó posesión el presidente Ulises Francisco Espaillat, celebramos el Día Nacional de la Ética Ciudadana. Este día se instituyó mediante el decreto 252-05 dictado por el entonces presidente Leonel Fernández.
El decreto creó una Comisión Permanente para la celebración de actividades alusivas al día, cada año. Esta comisión, presidida por el Ministerio de Educación, la integran además: el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT), el Ministerio de Cultura, la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, la Academia Dominicana de la Historia, la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y el Consorcio de Educación Cívica de la PUCMM, quien hizo la propuesta tomando en cuenta las características de Espaillat como “apegado a principios éticos, defensor de la institucionalidad democrática, defensor de la educación como la vía más efectiva para lograr el desarrollo y del diálogo constructivo para la solución de conflictos”.
El programa desarrollado este año fue dedicado a exhaltar, además de la figura de Espaillat, la del patricio Juan Pablo Duarte, con motivo del bicentenario de su nacimiento. En ese orden, se realizaron las siguientes actividades: Conferencia “Ulises Francisco Espaillat: Símbolo de Ética”, por el doctor Jesús Michelén.
Conferencia “La Ética como Eje transversal del Acto Educativo”, por el doctor César Cuello Nieto. Se ofreció en Santiago el Encuentro de Educadores Cívicos, realizado aquí en el Campus Santo Tomas de Aquino de la PUCMM. Aula Democrática: “Juan Pablo Duarte como Ejemplo de Transparencia”, conducida por el profesor David Álvarez. Conferencia “Por qué Espaillat en el Día Nacional de la Ética Ciudadana, por la doctora Mu Kien Sang Ben, en el Encuentro de Educadores Cívicos.
Igualmente, se elaboró una guía pedagógica a los maestros para trabajar el tema con sus alumnos en sus clases.
Culminamos con una ofrenda floral en el Panteón Nacional y una misa solemne en la Catedral Primada de América.
Todos los expositores coincidieron en poner el ejemplo de Espaillat y de Duarte como símbolos de transparencia y comportamiento ético. ¡Ojalá los imitemos! l
