Santiago. La falta de recursos se ha convertido en el principal obstáculo para el rescate de la fortaleza San Luis que contempla la construcción de un centro de arte, un restaurante, tiendas y un hostal.
En la actualidad trabajan en la escuela de arte y pintura que acoge a cien estudiantes, en su mayoría niños del entorno del fuerte, pero por la falta de 200 mil pesos, el patronato encargado del mantenimiento no ha podido terminar la obra que llevará el nombre del empresario Huáscar Martín Rodríguez.
Las clases son impartidas por pintores que desde el 2007 convirtieron en un atelier la infraestructura de la vieja cárcel. Los maestros creen que con un presupuesto mensual de 40 mil pesos, el museo puede funcionar con normalidad.
El mayor general retirado, Gustavo Jorge García, explica que el proyecto de rescate busca sustraer del narcotráfico y las malas influencias “a la juventud que viene subiendo”.
“Para terminar con la escuela será a largo plazo, porque esto tiene un costo, y los recursos son limitados, por lo que esperamos que le gente colabore”, expresó.
Jorge García se queja amargamente de que los agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas tomaran como parqueo la cancha habilitada para que los niños jueguen baloncesto.
“Son cien muchachitos que estamos retirando de los males sociales y culturizándolos. Solo falta la buena voluntad de personas interesadas en aportar el dinero para dar los toques finales a la escuela de pintura”.
Las excavaciones del viejo fortín iniciaron en 2004, con el hallazgo de osamentas, monedas y armas utilizadas por los colonizadores españoles. En 2006 fue inaugurado el museo de armas y pictórico que cada año recibe entre nueve mil y diez mil visitantes. De estos, cinco mil son turistas extranjeros.
En toda la plaza colocaron armas donadas por las Fuerzas Armadas y bustos con los nombres de los héroes de la Independencia Nacional y la Restauración, pero falta el bulevar con las efigies de los ex presidentes.
Para convertir el antiguo fuerte en una plaza histórica cultural, que permita dar inicio a los trabajos del hostal y el restaurante, esperan el interés de empresarios en invertir en el proyecto.
El pintor Dionisio Peralta y Blas Santana, ex procurador de la Corte de Apelación, integrantes del patronato, consideran que el mejor atractivo que esta ciudad puede vender son sus lugares históricos y culturales. “Debemos ser garante de la memoria histórica y para eso hasta los graffitis que fueron colocados en la vieja cárcel, espacio que forma parte del proyecto de construir el restaurante, debe ser preservado para la posteridad”.
En eso coincide Rafaela Joaquín, encargada de Turismo en Santiago, que informó que el Ministerio trabaja en los proyectos de rescate que permitan incorporar un número mayor de turistas. Parte de los cuadros y artesanías creadas por los artistas serán colocados en los giftshop, que estarán donde opera la Autoridad Metropolitana de Transporte Terrestre.
