BAMAKO, Malí (AP) — Varios soldados detuvieron al primer ministro de Malí y le ordenaron que renunciara porque «no se lleva bien» con el capitán del ejército que encabezó un golpe de Estado en marzo, dijo el martes un vocero castrense.
El primer ministro Cheikh Modibo Diarra acudió por la tarde a la televisión para anunciar su renuncia.
«Nuestro país atraviesa ahora un periodo de crisis. Hombres y mujeres preocupados con el futuro de nuestra nación esperan la paz», indicó. «Por esta razón yo, Cheikh Modibo Diarra, dimito hoy con la totalidad de mi gobierno el martes 11 de diciembre del 2012. Me disculpo ante la totalidad de la población de Malí».
Fue detenido horas antes por los militares en su casa, metido en un automóvil y llevado a la base militar de Kat, donde fue tramado el golpe militar del 21 de marzo. El acontecimiento indica que los militares siguen siendo el poder real en Malí, cuya mitad norteña cayó en manos de los insurgentes islamistas tras el golpe, aunque los soldados hicieron hace meses un alarde de devolver el poder a los civiles.
La ocupación del árido norte por los islamistas aporta un asilo y centros de entrenamiento a los grupos ligados con al-Qaida. Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea aprobaron el lunes el concepto de enviar una misión de entrenamiento del bloque a Malí para que los lugareños, respaldados por otras fuerzas africanas, desalojen del norte a los rebeldes. Empero, Alemania advirtió que la detención de Diarra podría ser un obstáculo.
«Una cosa está clara: nuestra oferta de ayuda está condicionada a que el proceso para restaurar el orden constitucional en Malí sea realizado con credibilidad», dijo el ministro alemán de Relaciones Exteriores Guido Westerwelle en un comunicado. «Y únicamente de esa forma podrá ser solucionada la crisis en el norte de Malí».
«El primer ministro interino Traore y todos los líderes políticos del país deben actuar ahora de forma responsable para que Malí vuelva a la estabilidad», agregó.
