¿ Por qué será que a aquellos que ya han tirado el ancla en épocas pasadas, se les ve tan fácil el refajo cuando dicen una cosa pero en realidad hacen otra? No quiere decir eso que los demás políticos sean la regla de las excepciones, en esto de exponer una posición pero en la práctica ejecutar otras. En el escenario presente de la confrontación interna del PRD estamos escuchando con frecuencia que el presidente Hipólito Mejía habla y habla de la necesidad de un diálogo con respeto para superar la crisis que indudablemente afecta a esa organización, pero es el principal lanzador de misiles contra su contraparte del sector liderado por Miguel Vargas Maldonado, y no cesa de decir que ese grupo está integrado por ladrones y sinvergüenzas. ¿Cómo podría haber diálogo con expresiones de esa naturaleza?. Por eso, muchos concluyen (imos) en que tal vez no sean ciertos los deseos de arreglo para que el PRD vuelva a unirse y recomponerse, lo que muchos ya ven como una quimera. ¡Buuueeenooo…!
Nobleza
El acto montado ayer por el Movimiento de Izquierda Unida, que lidera Miguel Mejía, en solidaridad y por la recuperación del presidente venezolano Hugo Chávez, y en reconocimiento al presidente Leonel Fernández, constituye una expresión de nobleza que pocos dirigentes y grupos políticos suelen hacer. Todos sabemos de las buenas relaciones, cercanía y gran amistad de Miguelón con Chávez, gracias a lo cual, el país se ha beneficiado enormemente de la invaluable solidaridad venezolana, muy principalmente a través de Petrocaribe, También es harto conocida su amistad con el presidente Fernández, de quien no cesa de pregonar “nos ha distinguido siempre”. Lo noble del reconocimiento a Leonel se produce precisamente en momentos en que éste es asediado y acosado, más por envidia y temor que por deseos sinceros de que se castiguen supuestos actos de corrupción. Esto habla muy bien de Miguelón…
