Muchos de los que están insubordinados en el PRD, mantienen esa postura simplemente por no acogerse al respeto a la disciplina institucional y a lo consignado en los estatutos de la organización. Y es que como el partido blanco ha sido “algo así como un reflejo de la sociedad dominicana misma”, dijo alguien, no es raro que tenga figuras que hablan, acuden a programas, “analizan” situaciones y opinan, y envían notas a los medios, atribuyéndose calidades partidarias de las que carecen. Ha sido, casi por tradición, una agrupación donde nadie quiere dejar de ser “dirigente”, ni de actuar como tal.
De ahí, la resistencia a que la modernización y la institucionalización vayan de la mano. Es el caso que ha movido a que la dirección de prensa perredeísta precise con este recordatorio: “Los Estatutos del PRD, en su artículo 55, establecen que el presidente del partido, Miguel Vargas, por su jerarquía funge como representante y vocero oficial, pudiendo delegar a los departamentos especializados en las diferentes áreas. El acápite b del artículo 70 de los Estatutos del PRD, indica que para tratar los asuntos jurídicos del partido existe un Departamento Legal. De lo que se desprende que los asuntos legales que conciernen al PRD serán de la competencia exclusiva del referido organismo y en consecuencia, cualquier otra denominación, nombre o título será una usurpación de funciones, además de un engaño a los medios de comunicación y a sus lectores”. ¡Ay mamacita…!
Citamos…
“Lo de Carlos Gómez fue una hazaña increíble, imagínense que lanzó su candidatura a diputado de ultramar faltando semanas para las elecciones, logró cerca de diez mil votos y eso fue gracias al trabajo tesonero y a la lealtad al partido de cada uno de ustedes y del propio candidato, quien demostró ser un gran líder en toda la circunscripción de los Estados Unidos”, termina la cita. Palabras en un acto en New Jersey de Luis Bogaert, subsecretario general del PRSC.
