Discurso ante la Cámara Dominicana de la Construcción

El acto de esta noche constituye para la Cámara Dominicana de la Construcción, y muy especialmente para mí, algo sumamente especial.

El acto de esta noche constituye para la Cámara Dominicana de la Construcción, y muy especialmente para mí, algo sumamente especial.Estamos reconociendo a educadores fundamentalmente profesionales de amplia trayectoria, además uno muy especial en todo el sentido empresarial, “El Mayor Constructor Habitacional en la historia de nuestro país”.

Con estos galardonados, debemos considerar aspectos motivantes para nuestro sector que podíamos catalogar de: admiración, afectos acumulados, pero sobre todo agradecimiento por lo que han hecho, han presentado y siguen presentando para la construcción dominicana.

Quién en nuestro sector y en el ámbito nacional no se siente orgulloso del arquitecto Manuel Salvador Gautier, nuestro apreciado (Doy), profesor y arquitecto de importantes proyectos.

Formación académica muy sólida, tanto nacional como internacional.
Ha participado en la administración pública, como subdirector del INVI, dejando gratísimos recuerdos.

Sus diferentes actividades le han hecho participar en consultorías y asesorías, charlas, conferencias, congresos seminarios, etc., etc., etc.

Algo que quiero destacar, es que su padre, el ingeniero Manuel Salvador Gautier González (Flon), dejó un legado imperecedero en la zona de Gazcue, siendo uno de los primeros edificios construidos como apartamentos de alquileres, todavía en pie en nuestra ciudad.

De Enrique Penson Paulus, de quien he dicho que sin él no hubiera mecánica de suelos en la República Dominicana.  Profesor universitario de luces brillantes, quien además ha recogido como un legado especial destinos de la arquitectura dominicana, desde 1906 hasta 1950, labor considerada como un “monje investigador”.

De nuestro maestro de generaciones, llamado cariñosamente “Príncipe”, genio indiscutible que ha sabido completar desinteresadamente la enseñanza para generaciones de profesionales, profesor universitario y gran creador estructural sobre todo en puentes, nuestro admirado Luis Sosa Boudre.

De este vegano multifacético espectacular, escritor de grandes luces, orador esplendente, gran funcionario que dejó una impronta original al paso por la administración pública, profesor universitario, pero sobre todo que ha llevado la delicada actividad de la “consultoría privada” a un sitial nunca antes alcanzado en nuestro país; manejador y coordinador de técnicos con maestría singular, me refiero a nuestro querido Pedro Delgado Malagón, cariñosamente “Pedritín”.

Por último, a quien es ícono en la construcción habitacional y de edificaciones en general y a quien me he atrevido a señalar como “El máximo exponente de la construcción habitacional en la República Dominicana”, orgullo para propios y extraños, me refiero a Rafael Vitelio Bisonó Genao, afectuosamente “Tato”.

Otorgar estos reconocimientos no los honra solamente a ellos, honra a la Cámara Dominicana de la Construcción, al actuar con justicia, hidalguía y dominicanidad.

Para no alargar demasiado estas palabras, hemos impreso un pequeño documento que recoge los datos más significativos de cada uno de ellos, documento que será entregado a cada uno de ustedes.

Voy a terminar estas palabras con una frase de un especial poeta argentino, Alberto Cortez:

“Cuando el calendario está  anestesiando la vida Qué suerte he tenido de nacer para estrechar la mano de un amigo y poder asistir como testigo al milagro de cada amanecer”

Solo agregaría por mi cuenta: Qué suerte he tenido al poder participar en un acto como este.
¡Muchas gracias!

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