El discurso de Leonel

Me ha sorprendido el discurso tan emotivo de Leonel Fernández. Un hombre que se ha caracterizado por ser pragmático y calculador se mostró rencoroso, deprimido e incluso utilizó insinuaciones ofensivas hacia Danilo Medina que denotan sus reales…

Me ha sorprendido el discurso tan emotivo de Leonel Fernández. Un hombre que se ha caracterizado por ser pragmático y calculador se mostró rencoroso, deprimido e incluso utilizó insinuaciones ofensivas hacia Danilo Medina que denotan sus reales motivos.

Citó a Jesucristo y utilizó palabras que le quedan muy grandes, pues no creo que alguien cuyo gobierno se caracterizó por despilfarro, escándalos e irregularidades sustentadas por auditorías de la Cámara de Cuentas deba hablar de decoro.

Habló como aspirante y olvidó que es Presidente de un partido cuyo máximo organismo tomó una decisión, y lo minimizó a un grado tal, que ni siquiera mencionó al Comité Político.

Habló de voluntad popular pero fue él y no el pueblo quien en 2010 decidió eliminar el “nunca jamás” y rehabilitarse. Utilizando ese mismo discurso pidió un referendo que la Constitución no contempla para el caso en cuestión, pero olvida que fue él quien impidió insertar en la Carta Magna la figura del referendo revocatorio cuando podía afectar su mandato.

Se autodenominó el guardián y centinela de la Constitución y sin embargo cuando era Presidente, y por consiguiente ese rol le correspondía, olvidó protegerla en casos como el de la Sunland. También olvidó exigir respeto al artículo relativo a los privilegios al grado tal que de acuerdo al Foro Económico Mundial de 139 países el nuestro era el número 139, el peor, en materia de nepotismo.

Contradijo sus propias declaraciones del 28 de junio de 2014, publicadas en portada del Listín Diario, en las que no sólo afirmaba que no se opondría a una reelección de Danilo, sino que aseguró, cuando le preguntaron si apoyaría una reforma para ello, que “jamás nos opondríamos a una decisión del partido”.

Se presentó a sí mismo como una especie de deidad tutelar y evidenció no estar consciente de cuál es su papel actual. Es obvio que se ha llegado a creer que las adulaciones y lealtades eran a la persona y no al Presidente.

Restó méritos a las más de diez encuestas de empresas internacionalmente reconocidas que han revelado cifras de popularidad de Danilo Medina sin precedentes en el país y en la región. Paradójicamente, los datos de esas encuestadoras eran “palabra de Dios” y “punta de lanza” de su discurso cuando él era el protagonista de la película.

Y entre otras cosas habló de desprendimiento con tal vehemencia que casi le creo, pero olvidó la consecuencia lógica de ese planteamiento: decir que renuncia a sus propias aspiraciones.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas