E l nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia pronunció un excelente discurso, en ocasión de celebrarse, el pasado 7 de enero, el Día del Poder Judicial.
El doctor Mariano Germán Mejía abarcó, en su alocución, aspectos que van desde la cantidad de expedientes pendientes de fallo en cada una de las salas en que se encuentra dividida la Suprema Corte de Justicia, hasta la necesidad de que el Poder Judicial reciba un presupuesto acorde con sus necesidades, pasando por la promesa de expulsión de los jueces corruptos.
Frente a un público integrado por jueces, diplomáticos, académicos, fiscales y abogados, el magistrado Germán Mejía reinvindicó los valores éticos que deben orientar la labor de juzgar.
El auditorio dispensó un cerrado abucheo a los jueces que, hasta hace un par de semanas, integraron la Primera Sala o Sala de lo Civil de la Suprema Corte de Justicia, cuando el orador reveló que esos jueces fallaron 478 expedientes en el 2011, pero que tenían pendientes de fallo unos 9,533.
Abucheo merecido para esos jueces, pues si los fallos en 2011 representaban el promedio de los expedientes resueltos por la Primera Sala, ellos acumularon una mora equivalente a 20 años, típico ejemplo de denegación de justicia.
El magistrado Germán Mejía dijo que, aunque es sabido que tras una sentencia, los abogados y la parte perdidosa, generalmente dicen que “el juez se vendió”, en la población dominicana existía mucha insatisfacción con muchas sentencias y resoluciones judiciales. Y que mucha gente creía que los jueces cogían dinero, o sea, vendían sentencias.
Quedó claro que la nueva Suprema Corte de Justicia fortalecerá la supervision de los jueces, a través de su Inspectoría, y que el Consejo del Poder Judicial, impondrá todas las sanciones disciplinarias, incluyendo la expulsión, de los jueces que cometan actos reñidos con la ética judicial. Y en este punto, Germán Mejía mereció reiterados aplausos.
Otro aspecto importante de su discurso aludió a las precarias condiciones económicas que todos los dominicanos sabemos en que se desenvuelve la justicia, que no han permitido mejorar el salario de los jueces y de los empleados del Poder Judicial en el último lustro.
Germán Mejía prometió trabajar en la obtención de un mayor presupuesto para mejorar las condiciones de vida y los planes de pensión de los integrantes de un poder que no merece seguir siendo tratado como la cenicienta de los poderes públicos, sobre todo, por la función tan importante que desempeña en el fortalecimiento institucional de la democracia dominicana.
