No solo la selección dominicana de baloncesto Sub-17 vivió un sueño con su medalla de oro en Caguas, Puerto Rico. Allí se celebró el torneo Centrobasket Sub-17 y, además del colectivo criollo que se coronó de forma invicta, también actuaron dos árbitros dominicanos, uno de ellos debutante en tierras extranjeras.
Se trata de Dobey García, un santiagués de 33 años cuya presencia en cancha sobresale por su elegante y correcto trabajo.
García estuvo por primera vez en un evento internacional avalado por la Federación Internacional de Baloncesto (Fiba). Ya en los torneos del país, incluido el de la Liga Nacional de Baloncesto, se ha ganado el respeto de sus pares y la fama de buen árbitro entre los fanáticos que siguen el deporte del aro y el balón.
No pasó mucho tiempo desde noviembre de 2012 -cuando el joven recibió su licencia de árbitro Fiba- para que obtuviera su primera asignación fuera de la República Dominicana. “Esto, más que recibir un pago, es un premio”, afirmó Dobey a elCaribe sobre su asignación en el torneo Centrobasket Sub-17. “Es lo más grande para un árbitro profesional, es lo más deseado; salir de tu país a representarlo es todo un sueño”.
Nada de nervios
El primer trabajo de García en el certamen de Caguas fue el partido de las Islas Vírgenes Estadounidenses y Bahamas en el Coliseo Héctor Solá Bezares de Caguas el pasado miércoles.
Dice que para nada estuvo nervioso, pues nada tiene que ver que sea en otro país si al final es el mismo baloncesto. Dobey es padre de dos hijos, Anette, de ocho años, y Ángel, de cuatro, y tras no pasar la prueba jugando baloncesto, arrancó su carrera arbitral en 2007 y desde entonces ha logrado un relampagueante desarrollo, amén de llevar el sustento diario a su familia.
En poco tiempo pasó todos sus escalafones en el arbitraje (local, regional, nacional y Fiba internacional) para robarle la mirada al organismo que rige el deporte al nivel mundial.
Es que en 2010 estuvo en Medellín, Colombia, en un campamento para árbitros con talento de la Fiba. “Se puede vivir del arbitraje”, comenta. “No estoy trabajando en otro sitio, así que estoy viviendo de esto. Me he dado cuenta que puedes recorrer un camino y avanzar como persona en esta carrera”.
Dobey tiene sus metas bien claras. Aspira a trabajar en unos Juegos Olímpicos o en un Mundial. Para ello sabe que necesita seguir nutriéndose de todas las fuentes de conocimiento que pueda haber. “Quiero seguir mejorando, seguir preparándome fuerte, seguir capacitándome, escuchando consejos y seguir leyendo reglas para ver qué puedo conseguir en el futuro”, expresa el santiagués. “Todo el que necesita lograr una meta solo tiene que tener su mente positiva”.
García escucha los consejos de sus colegas
Hablando de consejos, García solo tiene palabras de agradecimientos para el árbitro internacional Ambiorix Cruz, también de Santiago. “Casi todos me han ayudado, pero a él le debo mucho”, dijo. “Me ha dicho lo malo y lo bueno de este trabajo”. Está claro que Dobey escucha consejos, pues entre sus mentores, también incluyó a sus colegas Robinson Aracena y Raúl García. Este Aracena está considerado uno de los tres mejores del país y es el presidente del Colegio de Árbitros y Anotadores de Santiago (Coabas), entidad de la que García es miembro.
