Donde todo comenzó

En mi cena de Acción de Gracias, a sugerencia de mi amigo William, la mecánica del agradecimiento se realizó un poco diferente: cada quien debía escribir por qué estaba agradecido, para que posteriormente, otro de…

En mi cena de Acción de Gracias, a sugerencia de mi amigo William, la mecánica del agradecimiento se realizó un poco diferente: cada quien debía escribir por qué estaba agradecido, para que posteriormente, otro de los invitados lo leyera. Yo, agradecí por un año maravilloso, en el que las altas eclipsaban a las bajas. Finalicé mi nota diciendo: “Gracias 2013, el año donde todo comenzó”. Suelo escribir con el corazón más que con la mente (a veces ésta gana), pero ese comentario vino desde mi alma.

Generalmente visualizamos el término de año como el fin de ciertos asuntos. Para mí es el comienzo, y el 2014 lo seguirá siendo.

¿Inicio de qué? De retos novedosos en lo laboral, de halagos que rompen con todos los esquemas que mi mente casi había patentizado, de dedicarme a mí  misma, y el mayor de todos: el de saber que aunque somos superhéroes, también necesitamos esa o esas personas que nos sirvan de “contraparte”.

Para finalizar les prestaré mi frase de este año, desde ya la haré mía de por vida: Las cosas tienen tanto poder como el que les otorgas. Comprobado. Gracias 2013 por tus enseñanzas. Adiós.

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