En el tope se encuentran los Toros del Este y las Águilas Cibaeñas, dando una cátedra de consistencia que los tiene en la cima del torneo invernal.
A pocos pasos, los Tigres del Licey, cuya defensa los ha traicionado y es el principal escollo por el que no se encuentran en estos momentos empatados con los campeones y los mameyes y cuidado.
Luchando por no quedarse fuera se avecina una batalla campal entre Gigantes del Cibao, Leones del Escogido y Estrellas Orientales, la triada de escuadras que se encuentra en el nivel de cierre de la tabla de posiciones.
Los Toros de Dean Treanor ganan de todas formas: a palos, los juegos cerrados, en la casa son implacables y en la ruta un conjunto que compite.
Félix Fermín ha devuelto a las Águilas la magia que estuvo ausente en varias temporadas anteriores. Es otro conjunto, por supuesto, armado por esa mente maestra de la organización que trabaja 24-7 los 365 días del año.
El vuelo es de calidad, ya que la tropa del Estadio Cibao es la única en la liga que juega por encima de .500 tanto en su patio (11-7) como en la ruta (10-7). Súmele a eso que tiene un regalo divino en Joaquín Arias, quien al día de hoy es probablemente el más fuerte candidato al Más Valioso.
Aunque el Licey apenas ha ganado cinco de los últimos 12, no hay motivos para que el pánico llegue por el momento. Entiendo que los hombres pequeños del conjunto necesitan estar más en las bases, mientras su casa de poder se concentra en turnos de calidad.
Ni hablar de la defensa, que ha sido la daga que les ha dado fuertes estocadas en ciertos momentos. No obstante, se esperan integraciones en este diciembre que prometen mucho.
Entre los tres de la parte baja, los Gigantes lucen como el mejor equipo. Estrellas Orientales cuentan con talento, pero las lesiones les han golpeado.
Los bates rojos se han calentado y esta noche tienen en sus manos la oportunidad para empatar en el cuarto puesto.
Diciembre entró con suspenso. Veamos qué sucede hasta el 21, cuando concluye la vuelta regular.
