Mientras España juega con la presión de una final, Chile tiene la oportunidad de usar la desesperación del rival y certificar su pase a la siguiente ronda de la Copa del Mundo.El duelo de “Rojas” que hoy se disputa en el estadio Maracaná es mucho más que un partido, sobre todo para la campeona del mundo, que está obligada a ganar, preferiblemente por amplio margen, tras la paliza 5-1 que le endosó Holanda en la primera jornada.
Y el ambiente de final, de partido sin margen de error, se dejó sentir en la previa de ayer en las palabras de Andrés Iniesta, el futbolista más talentoso de España. “Lo primero que tenemos que hacer es ganar, de la forma que sea”, dijo Iniesta.
“Con ansiedad también se juega, también se obtiene un mayor rendimiento”, añadió el técnico Vicente del Bosque. “Lo malo es el pasotismo (la indiferencia). Es bueno tener un poco de ansiedad, siempre controlada”.
Para Chile, segundo del Grupo B con tres unidades, un triunfo sería casi definitivo. Probablemente le daría el pase a los octavos de final y mandaría a los españoles a casa.
“Ningún momento es bueno para jugar con España”, aseguró el técnico Jorge Sampaoli. “Más allá de lo futbolístico, uno sabe muy bien que va enfrentar a una España necesitada y la transcendencia de la eliminación del último campeón del mundo sería histórico para nosotros”.
“Los jugadores (españoles) tienen un cierto desgaste por las competencias que han tenido. Pero la calidad está intacta. Para mí sigue siendo candidato a ganar la Copa del Mundo”, añadió.
España y Chile vuelven a cruzarse en un partido que recuerda demasiado al de hace cuatro años en Sudáfrica.
