El duelo al perder una mascota

Quienes tienen la oportunidad de tener una mascota como un miembro más de la familia, entienden que a ese animal se le debe proveer de amor y cuidados. Y es que  hacerse cargo de un perro, gato, tortuga o cualquier otra especie implica respons

Quienes tienen la oportunidad de tener una mascota como un miembro más de la familia, entienden que a ese animal se le debe proveer de amor y cuidados. Y es que  hacerse cargo de un perro, gato, tortuga o cualquier otra especie implica responsabilidad, entrega y dedicación, aspectos que se relacionan con la crianza de un ser humano.Cuando se cumplen con estas exigencias, y se hace de corazón, la mascota se convierte en la alegría del hogar, en el compañero leal, en el guardia y protector de la familia y, en muchos casos, en el unificador; por lo que su pérdida puede causar un gran vacío y dolor a quienes se apegaron a ella.

Y es que a pesar de que muchas personas consideren insólito el sufrir la usencia de una mascota, especialista de la conducta humana entienden que es posible.
“El duelo podemos definirlo como el proceso de adaptación psico-emocional por el cual atraviesa cualquier ser humano ante una pérdida. Muchas veces solo se asocia el duelo a la muerte; sin embargo, el duelo cubre un espectro muy amplio de las pérdidas significativas que podemos tener a lo largo de nuestras vidas”, explica Clarissa Guerrero, psicologia clínica.

Cómo afecta

La forma en que el duelo afecta a una persona o que ésta se enfrenta al mismo dependerá de muchos factores: de la etapa de vida en que se encuentre, sus herramientas a nivel emocional, el grupo de apoyo que pueda tener, la forma en que ocurre dicha pérdida, e incluso el tipo de relación que se sostenía con aquella figura que se ha perdido.

Según explica Virginia Pérez, también psicóloga clínica,  “las personas sufren una pérdida de diferentes maneras y en diversos grados; ésta puede afectar el nivel emocional, físico y espiritual en respuesta a la muerte o pérdida de algo o alguien”.

Se trata de una reacción normal que pasa el ser humano, presentando cambios físicos y emocionales como sufrimiento, pérdida del apetito, insomnio, tristeza, enojo, negación, culpa y aflicción, entre otros. Esto va a variar de persona a persona.

En el caso específico que una mascota haya fallecido, perdido o se haya tenido que entregar a un albergue, esto puede hacer que el amo pase por una etapa de duelo.

“Es total y absolutamente posible que la pérdida de una mascota (no necesariamente la muerte, sino la pérdida de contacto con la misma) afecte significativamente a un individuo, en especial si existía una relación cercana.

Puede llegar a tal punto que la persona afecta puede pasar por un proceso depresivo menor, propio del duelo por la pérdida de su mascota, ya que ésta desempeñaba un papel muy importante en su vida y/o familia”, agrega Guerrero.

Se debe aceptar y enfrentar el duelo

“Es importante que los dueños de las mascotas no nieguen la necesidad de expresar su tristeza”, comenta Pérez. Es elemental respetar el proceso de duelo de cada ser humano, sin emitir juicios de cómo lo afronte cada quien. “Cada ser humano debe permitirse sacar el dolor que lleva dentro y poder pasar su etapa de duelo en un proceso natural”, agrega.

El duelo que se atraviesa por la pérdida de una mascota es exactamente igual al que se atraviesa por cualquier otra pérdida. Se debe ser capaz de hablar acerca de los sentimientos que le produce esta pérdida, si es posible hacer un ritual en el que se despidan simbólicamente de la mascota y si lo sienten necesario, para poder ir haciendo más llevadero el proceso, poner alguna foto en la casa que les recuerde la importancia que tenía, y que siempre tendrá la misma para todos.

Ahora bien… cuando existe un niño de por medio y éste tenía una relación estrecha con la mascota se le debe hablar claro y explicarle que estas situaciones son parte de la vida.

Guerrero, quien también es especialista en terapia infanto-juvenil considera que se debe preparar al infante dependiendo de la situación a la que se debe enfrentar. Por ejemplo, si la mascota ya se encontraba enferma, y fue algo que ocurrió poco a poco, es importante que se le hable al niño y se involucre en este proceso con la verdad y se le cuente todo dependiendo de su edad para que vaya preparándose  para la noticia. En caso de que sea algo que ocurra de repente, es importante que se le hable sobre los acontecimientos que corren en el transcurso de la vida. Es vital que si el niño tiene interrogantes se les atienda y que deje fluir sus emociones.

Tan Guerreo como Pérez consideran el tiempo de sanación dependerá de la persona. Pero si se presenta un cuadro depresión grave se debe acudir a un especialista para buscar la forma de cerrar la herida que suele dejar un duelo.

Algunas recomendaciones

“Es importante tener a las mascotas en su posición de mascotas y no tratar de ´humanizarlas´. Son animalitos que nos brindan muchas alegrías y compañía, pero deben vivir en su posición de mascota”, comenta Guerrero.

En la vida todos nos enfrentamos a la posibilidad de tener alguna pérdida (de una mascota, el trabajo, relaciones, etc.), lo importante es cultivar esas relaciones a diario de una manera positiva para que, cuando llegue el momento, podamos afrontarlo de la manera más sana posible. Si consideras que llevas mucho tiempo sin poder salir de ese dolor, busca ayuda profesional.

Balance
Los animales son excelentes compañeros de vida. Sin embargo, todo debe ser en su justa medida, estos no deben afectar tu ritmo de vida. Si es tu única prioridad  debes analizar la forma de relacionarte.

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