Después del discurso del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, el pasado 7 de enero, en el cual asume una actitud autocrítica sobre el desempeño del Poder Judicial, se ha creado un ambiente favorable para que en un espíritu constructivo se aúnen esfuerzos para el mejoramiento de la administración de justicia.
En esa dirección, las palabras deben llevarse a los hechos. Las autoridades de la Suprema Corte de Justicia, del Ministerio Público y las organizaciones seriamente empeñadas en fortalecer la justicia, pueden identificar las áreas en las que se deben tomar iniciativas para mejorar.
Ayer, de nuevo el presidente de la Suprema Corte enfatizó en su ánimo de trabajar mancomunadamente con los demás poderes del Estado para contribuir con el desarrollo social, en base a políticas de cogobierno. Es decir, una colaboración constructiva.
En una conferencia durante un almuerzo con la Junta de Directores de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR) el presidente de la Suprema reafirmó que “el Poder Judicial está obligado a otorgar importancia capital a la vigilancia y a la disciplina, porque ha aceptado el inaplazable e inmediato desafío, por entenderlos como la oportunidad de fortalecer el sistema”.
Es decir, que mantiene la misma actitud expuesta en su discurso del 7 de enero: “Los órganos de vigilancia del Poder Judicial necesitan más eficiencia, ya que la democracia sin vigilancia facilita la impudicia… Quienes desconozcan sus obligaciones y violenten las leyes, las normas y principios éticos tienen que ser sancionados”.
Asimismo reconoce la necesidad de fortalecer los avances y corregir las debilidades. Es una buena disposición y se requieren nuevos pasos en esa dirección.
Pero el Poder Judicial no ha de delegar su autoridad. Debe escuchar a la sociedad y a los entes que complementan su misión. Sería útil que el presidente de la Suprema Corte convoque a instituciones interesadas de verdad por el avance de la justicia, y juntos, señalar políticas y acciones para superar las dificultades que tanto se critican.
El momento es favorable. La celebración de un foro sobre la justicia de hoy, auspiciado por la Suprema Corte, con actores calificados, puede ser una buena idea.
