Considerado como el mejor cirujano oncólogo de la segunda mitad del siglo XX, fue un destacado profesional y ciudadano. Nacido en Santiago de los Caballeros en el 1937, ingresó a la Universidad de Santo Domingo en el 1956. En su juventud se enfrentó a la terrible realidad del cáncer y su impacto, en una época en que la cirugía era el único tratamiento para esos pacientes.
Desde su segundo año de estudios ingresó como practicante en el Instituto de Oncología “Milagro de la Caridad”, fundado en el 1949 por el doctor Heriberto Pieter.
Fue discípulo en sus primeros tiempos en el Instituto del doctor Mario Ravelo Barre, distinguido patólogo y Maestro de la Medicina Dominicana. Pese a su capacidad y buen desempeño en el laboratorio de anatomía patológica, su habilidad quirúrgica y su dedicación al detalle en la cirugía, llamaron la atención del doctor Alejandro Capellán, gran cirujano y anatomista, que fue el maestro del doctor Segura en sus primeros contactos con la cirugía oncológica. En esos tiempos la cirugía era muy cruenta y requería de una gran destreza del cirujano.
Se graduó de la ya Universidad Autónoma de Santo Domingo, perteneciendo a la primera promoción de médicos en esa nueva etapa de la casa de altos estudios. De hecho el doctor Segura perteneció al grupo Fragua, que intentaba fomentar la autonomía y el fuero universitario. Luego se formó como cirujano en el Hospital “Padre Billini” bajo la supervisión del doctor Eduardo Rodríguez Lara, uno de los cirujanos dominicanos más destacados, y maestro de generaciones de cirujanos. De regreso en el país, trabajó como médico ayudante en el Instituto de Oncología “Milagro de la Caridad”.
Un rol destacado de la vida del doctor Segura fue su participación como médico durante la guerra civil del 1965. El doctor Segura se integró al Comando Médico, que se encargaba de atender y curar los heridos en combate, sobre todo a partir de junio del 1965.
Con tan solo 27 años se puso al frente de esa unidad, con el rango de capitán del Comando Médico, que creó clínicas y dispensarios en diferentes zonas de Santo Domingo, y contaban con camillas, equipos y medicamentos para afrontar su labor. Contaba, además, con un banco de sangre, y establecieron su centro de operaciones en la calle José Gabriel García esquina Estrelleta.
El doctor Segura al referirse a esa época dijo: “Creí que ese era mi deber como dominicano, tratar de luchar por la defensa de mi patria. Combatimos por el regreso de la constitucionalidad. Era la primera vez que el pueblo podía luchar abiertamente por sus ideas”. Luego de firmarse la paz, regresó a trabajar en el Hospital “Padre Billini” como médico ayudante de cirugía.
En 1966 pudo realizar uno de sus grandes anhelos, ya que consiguió una beca para estudiar en París, en el Instituto Gustave Roussy, en ese entonces uno de los centros de oncología más prestigiosos del mundo, en donde recibió entrenamiento en Cirugía Oncológica, Quimioterapia e Inmunoterapia con el profesor G. Maté. A su regreso al país, se dedicó a su práctica privada y en 1973 vuelve al Instituto Oncológico “Milagro de la Caridad” en donde realizó una extraordinaria labor, y llegó a ser presidente de esa Institución por varios años.
El doctor Segura fue miembro de las principales asociaciones médicas oncológicas de nuestro país y del exterior, concitando una gran fama y caracterizándose por sus diagnósticos certeros y la efectividad de sus intervenciones. Raúl Pérez Peña dijo del doctor Segura: “durante medio siglo transitó frente en alto, identificado con las más nobles causas del pueblo dominicano”. En el 2013 y víctima de un cáncer, falleció este extraordinario cirujano y ser humano.
