El ministro de Educación llamó ayer a la sensatez a los dirigentes de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) para buscar una salida a la situación que mantiene paralizada la docencia en dos centros educativos de Santiago.Carlos Amarante Baret nombró una comisión conformada pos los viceministros Luis Matos y Adalberto Martínez, para que se reúnan con los miembros de la ADP en Santiago para buscar una salida armoniosa y evitar que se pierda más docencia en el Instituto Politécnico Industrial de Santiago (Ipisa) y el Don Bosco, del barrio Pekín, en la zona Sur de la ciudad, donde suspendieron a nueve educadores.
En el Ipisa, el ministro se reunió con la dirección de ambos politécnicos y de la Sociedad de Padres y Amigos de la Escuela, quienes, revelaron que como consecuencia de la actitud de los profesores suspendidos y de la dirección de la ADP varios estudiantes están temerosos de que se produzcan hechos violentos.
Consideró que las clases en los dos politécnicos deben ser reanudadas cuanto antes, por considerar que no es justo que más de mil estudiantes sean afectados por la actitud asumida por la ADP.
“Nosotros queremos externarle hoy a la sociedad de Santiago y al país nuestra preocupación por lo que pasó el jueves”, expresó Amarante Baret.
Fuera de la reunión con las autoridades educativas y los padres de los estudiantes de los politécnicos, estaban los profesores afectados, quienes intentaron, sin éxito, expresar su versión sobre lo acontecido. Pedro Trinidad, Analda Bretón y Nuris Hernández, tres de los educadores, dijeron que desde hace dos meses hacen sus horarios debajo de un árbol, mientras el director del centro se niega a llegar a algún tipo de acuerdo con la ADP. Reconocen que los reglamentos salesianos son buenos, pero tampoco se debe imponer una dictadura, como se hace en la actualidad.
