Kliksberg: el crecimiento no tiene sentido si no supera la pobreza

Los países que han logrado traducir el crecimiento macroeconómico en inclusión social y reducción de la pobreza han aplicado dos políticas públicas centrales: educación y salud de calidad para todos.

Los países que han logrado traducir el crecimiento macroeconómico en inclusión social y reducción de la pobreza han aplicado dos políticas públicas centrales: educación y salud de calidad para todos. Esta tesis del reconocido cientista social y experto en temas de pobreza a nivel mundial, Bernardo Kliksberg, se fundamenta en ejemplos como el de Finlandia, que pasó de ser una aldea pobre y sin riqueza a bajar a 0% la tasa de pobreza en menos de 35 años, tras invertir el 8% de su producto interno bruto en educación de calidad convirtiéndose en un referente mundial por excelencia.

Al ser entrevistado en el marco del Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe, Kliksberg afirmó que la pobreza no debe ser un tema más en la agenda de los países sino que debe estar en el centro de las políticas de aquellas sociedades que aspiran a ser sanas moralmente.

“Si la pobreza no está en el centro de las políticas públicas, sin la movilización de la sociedad civil, sin la responsabilidad social de la empresa privada, el crecimiento de ninguna manera se transforma en bienestar de los sectores excluidos”, afirmó el autor del best seller “Primero la gente”, escrito junto al premio Nobel de Economía, Amartya Sen.

Durante su visita al país, por invitación de la Fundación Popular para inaugurar la Cátedra de Responsabilidad Social Empresarial y Sostenibilidad “Alejandro E. Grullón E.” junto a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), el experto también se reunió con el presidente Danilo Medina, a quien le manifestó su deseo de que el país invierta más en educación.

“El presidente me decía ayer que él está disconforme con el 4%, que debe ser más, pero que hay un tema, que es la recaudación fiscal de la República Dominicana que es de 14%, y yo le decía que la tasa promedio de América Latina es de 18%”, narró Kliksberg, tras afirmar que ciudadanos de los países nórdicos que pagan más del 60% de sus ingresos por concepto de impuestos, lo hacen con gusto porque saben que dichos recursos serán invertidos correctamente en la satisfacción de sus necesidades básicas.

En ese sentido, dijo que las bajas recaudaciones fiscales suelen usarse como excusa para no aplicar políticas públicas de esta índole, pero que si los gobiernos implementan correctamente las leyes aprobadas a fin de evitar la evasión fiscal, que en América Latina ronda el 50%, evitan la corrupción y se reordenan las prioridades, pueden hacerlo.

Ejemplos de éxito en América Latina

Kliksberg, quien ha ayudado a diseñar programas sociales de éxito en su Argentina natal y en Brasil, repasó las repercusiones que ha tenido su implementación en la reducción de la pobreza y la desigualdad en esos países.
En el caso del programa estrella del pasado gobierno de Lula da Silva, en Brasil, denominado “Bolsa Familia”, logró sacar de la pobreza a 35 millones de personas y mejorar la redistribución de los ingresos, a través de su componente “Hambre cero”, cuyos resultados son avalados por el Banco Mundial y la FAO.

Dijo que en una ocasión uno de los ministros del exgobernante le contó que Lula da Silva exigía en sus reuniones de Gabinete que los funcionarios al presentar sus proyectos argumentaran qué tan buenas o malas serían esas medidas para los pobres de Brasil. “Eso le llevó a sacar a 35 millones de la pobreza”, dijo.

En ese país suramericano unas cien empresas acompañaron al exmandatario en el logro del objetivo “Hambre cero”.

Kliksbert también ayudó a diseñar el Programa de Asignaciones Universales por Hijo para trabajadores informales, en Argentina, que tras cinco años de aplicación, ha contribuido a elevar un año la escolaridad de 3 millones 600 mil niños pobres, mediante una transferencia de fondos bancarizada que las madres deben usar para la compra de alimentos, medicinas y libros y cuya entrega está condicionada a que éstas se comprometan con el rendimiento escolar, las vacunas y controles prenatales de los menores.

Afirmó que tras evaluar el programa se comprobó que por cada peso que se entrega a las familias pobres argentinas el multiplicador en términos de actividad económica es cinco a uno.

RD no está bien posicionada en Responsabilidad Social Empresarial

Durante la entrevista conducida por el director de elCaribe, Osvaldo Santana; la directora de NCDN, Nuria Piera; el jefe de Redacción de elCaribe, Héctor Marte y los editores de Economía y elCaribe digital, Héctor Linares y Sandra Guzmán, respectivamente, el experto analizó el comportamiento de las empresas dominicanas en el ámbito de la Responsabilidad Social Empresarial, una disciplina en la que Kliksberg es considerado una autoridad mundial.

En ese sentido, expresó que aunque ha visto buenas intenciones en todos los sectores con los que tuvo contacto en su visita, el país no está nada desarrollado en esa materia. “No basta con buenas intenciones, yo solo creo en las acciones”, y añadió que aquí como en gran parte de América Latina estamos “mal”.

No obstante, resaltó el ejemplo del Grupo del Banco Popular, que desarrolla un componente social significativo en el país, que diseminaría en sus visitas por la región.

Critica la discriminación contra las mujeres

Dijo que aunque hoy día las mujeres están mejor calificadas que los hombres, siguen siendo discriminadas y arropadas por el machismo, con salarios 30% menores que los de los hombres.

Añadió que en la mayor parte de las empresas  de América Latina se les fija un “techo de cristal” impidiéndoles alcanzar los máximos puestos de dirección. A esto se le añade el maltrato que reciben las embarazadas en las empresas, donde se las ve como un problema.

“En los últimos cien años hay una lucha fuera de serie por los derechos de las mujeres, y la estamos acompañando una cantidad de hombres, porque creemos que los derechos de las mujeres son los nuestros, los del ser humano”, dice.

Igualmente, criticó las tasas de violencia contra la mujer que arrojan que del 30 al 50% de mujeres han sido atacadas física o psicológicamente por sus parejas. “La Biblia dice algo que yo repito en mucho lugares, una interpretación de la vida que recoge el Talmud, que dice que como Dios no podía estar en todos los lados, creó a la madre”, dijo para concluir la entrevista. 

Clasifica las empresas de AL en tres grupos

Para Kliksberg existen tres clases e empresas: Las narcisistas, es decir, aquellas que no les importa nada de lo que sucede a su alrededor con tal de maximizar sus ganancias desarrollando sus actividades productivas en zonas de gran miseria sin hacer absolutamente nada al respecto. En ese grupo citó una minera estadounidense acusada de intoxicar con plomo a una población de 30 mil habitantes en Brasil en su explotación de cobre a cielo abierto. “Esa es la empresa narcisista, codicia desenfrenada y avariciosa”, dijo.

Por otro lado, están las empresas filantrópicas, que aunque representan un progreso inmenso con respecto a las otras, sólo hacen aportes puntuales a la sociedad.

Y están las empresas responsables, que no sólo ofrecen un salario decente a sus trabajadores, sino que les ayudan a equilibrar la vida laboral con la familiar. “Hay muchas empresas que destruyen a las familias, con la incentivación total de quedarse hasta las 10:00 de la noche”. Añade que las empresas responsables respetan el medioambiente y hacen inversión social.

Exhorta a empresarios a construir un mejor país

“Lo que estoy planteando es repensar el rol de la empresa en nuestra sociedad. La empresa que lo haga bien va a ganar más de lo que está ganando, pero lo de fondo no es eso, va a construir una República Dominicana mucho mejor, más justa, más inclusiva, y todo esto, en última instancia, ¿dónde elegiría uno vivir? En una sociedad que tiene más del 40% de pobres, con altas tasas de criminalidad, con altas tasas de mortalidad infantil y materna, o vivir en una sociedad donde todos tienen derecho a trabajar, a un trabajo decente, a cursar estudios, todo el mundo sería más feliz, tenga el dinero que tenga”.

Dijo que aquellas empresas que deciden dar el salto hacia la verdadera responsabilidad social  su tasa de retorno de inversión es mayor y el precio de sus acciones se valorizan por encima del resto, ya que hoy día los nuevos consumidores y la sociedad civil exigen cada vez que las corporaciones no vendan productos que contaminen el ambiente ni atenten contra la salud pública. Cree que desde la profesión de empresario se puede hacer un bien enorme a la sociedad. 

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