WASHINGTON— La medida aprobada por el Senado que tiene por objeto evitar el llamado “precipicio fiscal” chocó el martes directamente con la oposición del segundo republicano de mayor importancia en la Cámara de Representantes y otros legisladores, lo que genera interrogantes sobre cómo, y de qué manera, el Congreso podría llegar a una aprobación final de la medida.
“Yo no apoyo la propuesta de ley”, dijo Eric Cantor, líder de la mayoría republicana en la cámara. El representante de Virginia habló con los periodistas luego de una larga sesión a puerta cerrada con otros correligionarios a fin de medir el apoyo del partido a la medida. Cantor es un influyente líder entre los conservadores y jóvenes republicanos en la cámara baja.
El republicano de Ohio Steve LaTourette, y otros participantes dijeron que el abrumador deseo entre los republicanos de la cámara era hacer una enmienda al proyecto de ley para incorporar más recortes presupuestarios y devolverla al Senado. Varios legisladores y asesores dijeron que eso era una posibilidad, y al final la reacción republicana parece complicar seriamente los esfuerzos para promulgar una nueva ley antes del jueves, cuando el actual Congreso concluye su legislatura.
“El presidente y el líder presentaron opciones a los miembros y escucharon la retroalimentación”, dijo Brendan Buck, vocero del presidente de la Cámara de Representantes John Boehner. “La falta de recortes en el gasto de la propuesta aprobada por el Senado era una preocupación generalizada entre nuestros miembros durante la reunión de hoy. Las conversaciones continuarán durante la tarde para encontrar un camino”.
Previamente, los líderes demócratas de la Cámara de Representantes presionaban a Boehner para que permitiera la votación sobre el anteproyecto de ley aprobado por el Senado.
Luego de casi tres horas de reuniones privadas el martes entre el vicepresidente Joe Biden y los legisladores demócratas de la cámara baja, la líder de la minoría, Nancy Pelosi, dijo que los demócratas esperan que Boehner permita el voto sobre la propuesta en la cámara.
Boehner ha dicho que la cámara baja votará sobre la medida del Senado o votará para enmendarla. El y los legisladores republicanos también se reunirían el martes, y algunos republicanos expresaron sus preocupaciones de que la medida necesitaba más recortes al gasto público.
La medida fue aprobada en el Senado por 89-8 votos a primeras horas del martes, horas después que el vicepresidente Joe Biden y el líder de la minoría republicana Mitch McConnell acordaran el pacto.
La actual iniciativa impediría que se aumenten los impuestos a una gran mayoría de la clase media — salvo los de la Seguridad Social — aunque los acaudalados pagarán más. Suspendería además por dos meses la reducción del gasto público, impedirá una merma del 27% en los salarios y comisiones pagadas a ciertos médicos que atienden a los pacientes del Medicare, el seguro de salud de los jubilados, y frenará el aumento del precio de la leche, entre otras posibilidades.
La medida que aprobó el Senado permitiría a los legisladores volver a examinar peliagudas incógnitas presupuestarias dentro de unas semana, cuando expiren las medidas provisionales de alivio y el gobierno tenga que acudir — una vez más —a solicitar un aumento en el límite de la deuda soberana.
El presidente de la Cámara se abstuvo de respaldar la medida, aunque prometió someterla a votación o presentar una alternativa republicana de inmediato. Empero, seguramente encarará la oposición de algunos de los sectores más conservadores de la cámara baja.
“Para mí, son tres strikes, y votaré no en este proyecto de ley”, afirmó con términos de béisbol el representante Tim Huelskamp el martes por la mañana a la cadena de televisión CNN. Huelskamp considera que la medida perjudicará a la pequeña empresa de todo el país y no plantea la necesidad de reducir el gasto público.
La votación en el Senado sorprendió a muchos por su gran calado — conservadores de la tendencia “tea party” como Pat Toomey y Ron Johnson votaron a favor, y al parecer animaron a muchos de sus colegas a hacer lo mismo — pese a persistir las dudas en la Cámara de Representantes.
En la cámara baja, los conservadores torpedearon recientemente un intento de Boehner de permitir que las escalas fiscales a los ingresos superiores al millón de dólares volvieran a ser las imperantes en el mandato de Clinton.
“Las decisiones de si la Cámara aceptará u ofrecerá enmiendas no tendrán lugar hasta que los miembros — y el contribuyente estadounidense — puedan revisar la legislación”, indicó una nota emitida por la oficina de Boehner y un grupo de líderes republicanos.
Conforme al plan elaborado en el Senado, los impuestos variarán levemente en los ingresos medios y aumentarán por encima de los 400.000 dólares en ingresos individuales y 450.000 en los de parejas.