Michael Sam es la gran prueba pendiente que tiene el deporte norteamericano, muy especialmente el fútbol de la NFL.
El defensa del equipo de fútbol de la Universidad de Missouri declaró recientemente que era gay y eso obviamente deja una serie de preguntas en el aire. La nota que me llama la atención no es que se haya declarado homosexual, pero sí que lo haya hecho mucho antes del draft de novatos de la NFL. Es que a Sam se le sindica como un gran prospecto de ese deporte y los reportes señalan que será escogido sin mayores problemas. Eso, claro, antes de su declaración.
¿Qué actitud tomarán las franquicias de la NFL? Es bueno recordar que en esa liga no hay jugadores abiertamente gay y que aquellos que salieron a la luz lo hicieron una vez terminaron sus carreras.
Si me preguntan sobre esto, diría que Sam será escogido para jugar en la NFL y que no tendrá problemas para adaptarse allí. Primero, el chico, según las notas que he leído acerca de este caso, es el tipo ideal para romper con el hielo. Es tremendo atleta y una persona súper inteligente.
El hecho de que sus compañeros y todo el equipo de Missouri sabían de sus preferencias desde agosto y nadie nunca dijo nada es un augurio de cómo sucederán las cosas en la NFL. Esta situación no es más que un efecto del caso Jason Collins, quien se declaró gay en 2013. Esto va a seguir, es una revolución que traerá consigo lo malo y lo bueno, como siempre.
