El caos reina en la Mella con San Vicente de Paúl

¡Hey! ¿Llega hasta el puente? Sí, ven, súbete, grita un chofer de carro público de la ruta 9, quien en medio de la calle, en la intersección de la carretera Mella con San Vicente de Paúl, en Santo Domingo Este, se detiene a recoger un pasajero.

¡Hey! ¿Llega hasta el puente? Sí, ven, súbete, grita un chofer de carro público de la ruta 9, quien en medio de la calle, en la intersección de la carretera Mella con San Vicente de Paúl, en Santo Domingo Este, se detiene a recoger un pasajero.

Mientras, el conductor de una yipeta que viene detrás toca bocina insistentemente.

Basta permanecer un par de minutos en la esquina de la plaza Megacentro para darse cuenta del caos con que operan los choferes de las distintas rutas que circulan por la vía obstaculizando el tránsito en la importante confluencia.

La situación se complica a eso de las 7:00 de la mañana, cuando las personas salen a sus centros de trabajo y, tanto las guaguas como carros del concho, se paran a montar pasajeros sin ningún reparo, formando largos tapones que se prolongan hasta por 45 minutos.

Los conductores de vehículos privados se quejan del tiempo que pierden por la imprudencia de los choferes, así como de la agresividad con que manejan.

“Las guaguas le dan pa lante aunque te lleven un pedazo”, dice Robert García, que tiene que salir a las seis de la mañana de su casa para poder llegar temprano a su trabajo.

La mayoría de los ciudadanos consultados coincide en señalar la temeridad de los choferes, quienes, según aseguran, insultan a los demás conductores cuando les reclaman la imprudencia con que manejan.

“Ellos se meten a la mala y encima se quieren comer a uno”, sostiene Flavio Baldera.

Residentes de los distintos sectores de SDE afirman que es una pesadilla tener que transitar por esta vía en horas de la mañana por el “desorden” que originan los choferes de las rutas de la Ovando y Los Tres Brazos, que también han ocupado la parada que corresponde a las unidades de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) para estacionar sus vehículos, pese a la prohibición de la Autoridad Metropolitana de Transporte.

Se quejan de los amet

Los transportistas niegan que sean los causantes de la obstrucción del tránsito y lo atribuyen a los clientes del centro comercial, aunque paradójicamente reconocen que aprovechan el tapón para montar pasajeros.

Nicolás García, chofer de la ruta de Los Tres Brazos, afirma que los agentes de la AMET los mantienen en una situación de zozobra con las permanentes multas que les colocan a los carros que encuentran estacionados. “No dejan ni siquiera que uno se pare a recoger un pasajero. Si encuentran a uno aquí nos cobran RD$1,000 de multa”.

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