El mercado editorial goza de buena salud

Será  negocio o una necesidad social lo que impulsa a los  emprendedores de publicaciones y revistas de corte cultural, literario, social y económico, en un mercado cada vez más abierto a estas ediciones que alcanzan categorías de lujo.

Será  negocio o una necesidad social lo que impulsa a los  emprendedores de publicaciones y revistas de corte cultural, literario, social y económico, en un mercado cada vez más abierto a estas ediciones que alcanzan categorías de lujo.

El apogeo experimentado por estas revistas se ha dado en los últimos siete años, donde más de 35  revistas especializadas circulan para aquellos lectores que tanto prefieren contenidos nacionales así como también de apuestas internacionales. Los contenidos son variados, pero cada una persigue un mismo objetivo, ofrecer una propuesta más entretenida que el libro  y a veces más sustancioso que otros medios de comunicación impresos, como es el caso de los brochures, boletines, entre otros.

Con un número de tiradas que se mantiene como un secreto resguardado, estas revistas suelen editarse cada semana, mensual y se encuentran hasta los anuarios, unas gratuitas otras no, pero todas cuentan, en su mayoría, con  un fuerte apoyo publicitario, alcanzando en algunos casos una desproporción  porcentual en lo que respeta a la fórmula tradicional contenido-publicidad.

Conservar estas ediciones con los altos estándares de calidad, como es el caso de la revista Santo Domingo Times, tiene un alto precio, lo que provoca que algunas como  “Caudal”, “Sin esquemas”, “Betas”, hayan sucumbido ante la salida de otras publicaciones con equemas y contenidos más comerciales y atractivo. Es la otra cara de la moneda en el campo editorial.

Así lo corrobora la directora de la revista literaria “Mythos”,  Rosa Julia Vargas,  quien argumentó en una entrevista concedida a  El Caribe: “A duras penas se ha mantenido la revista, pero hay otras que han surgido y que se han visto en la obligación de suspender por el costo que conlleva el impreso”.

Por otro lado, hay quienes no entienden el por qué del boom de estas revistas, como dice el periodista Pablo Mustonen, editor de la revista “Cineasta”. Expresa: “Realmente no me explico el por qué del auge  de estas publicaciones, ya que no es un medio tan rentable porque trabaja con cuentas por cobrar”, señaló.

Sin embargo, otras ediciones  se ven en  la obligación de incrementar el número de páginas en sus ediciones, no solo en lo que se refiere a contenido, sino también para reservar espacios para la publicidad, como es el caso de “Pandora”, que circula mensualmente como parte de la oferta de El Caribe, sino también en tamaño como lo hiciera la “Revista U”, que ahora se imprime en formato 8 y medio por 11.

Ana Alicia de Jesús, subdirectora de la revista “Santo Domingo Times” atribuye este auge a una brecha que abrieron en el mercado algunas revistas que tuvieron un gran éxito comercial.  “Las primeras tuvieron popularidad y las otras se han animado, es como cuando a un negocio les va bien los demás se motivan a colocar otro”, comentó la periodista recientemente.

¿Por qué si unos pueden nosotros no? tal vez sea la pregunta que se hacen muchos de los que han decidido seguir los pasos de aquellas que han logrado calar en la preferencia de los lectores, pero pocos de estos  seguidores han logrado quedarse.

Lo cierto es que estas revistas se han caracterizado por ofrecer un contenido tratado por profesionales en áreas especializadas, y han logrado conformar equipos en sus redacciones cada vez más preparado en sus respectivas áreas: periodismo, diagramación, fotografía, entre otras disciplinas encargadas de proveer  de sus conocimientos a este medio de comunicación.

Las mismas suelen tener una gran variedad en sus páginas, pero siempre enfocado a un tema específico como moda, arte, cultura, literatura, negocios, cine, ecología, sociales y espectáculos. Sin duda, estas son  las cualidades de las que han subido y han logrado permanecer en el mercado.²

Menos, a veces es más

En los últimos años, surgieron publicaciones dirigidas especialmente a un segmento del mercado que necesitaba un escaparete social para ver publicadas sus fotografías, mientras asistían a los eventos más concurridos en las principales ciudades del país. Uepa, D’Parranda y All Exclusive, entre muchas otras más, llegaron al mercado precisamente para darle cabida a las fotografías sociales y darle cobertura a los espectáculos y conciertos que se escenifican en los escenarios capitalinos de mayor relevancia.

Evidentemente, esa proliferación de revistas en formatos miniatura (a media carta y hasta más pequeños), tuvieron éxito en sus primeros meses en el mercado, pero actualmente, sólo algunas lograron superar la prueba del tiempo, ofreciendo un contenido que va más allá de la mera fotografía social, apostando a reportajes, entrevistas y artículos más elaborados.

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