Las fiestas de fin de año se aproximan, y con ellas una carrera contra el tiempo para perder peso lo más rápido posible. Para ello las personas se someten a drásticas y peligrosas dietas que pueden poner en riesgo su salud.
Cada día son más las personas que se suman a la “guerra” en contra de aquellas libritas que le atormentan, tanto hombres como a mujeres que quieren lucir una silueta perfecta.
Para llenar los requisitos del peso “ideal”, y en el menor tiempo posible, muchos se aventuran a poner en peligro su salud con métodos que les aseguran ayudarán a lograr sus metas. Pero, ¿a qué precio?
Richard Marine, nutricionista especialista en medicina deportiva, asegura que optar por una “dieta rápida”, es decir, un programa alimenticio que incluya pastillas, goticas, parches, infusiones o suplementos que inhiban el apetito, solo coloca a las personas en una situación de riesgo.
“Las pastillas o los tés chinos, las góticas HCG, los parches en la lengua, y demás métodos funcionan en base a la deshidratación. Por lo que son un engaño, porque inmediatamente dejes de consumirlos aumentas de peso, el llamado efecto rebote”, expresa Marine.
Explica que hacer estas dietas “mágicas”, en la que puedes perder de 20 a 25 libras en un mes, no funciona sin llevar un régimen que te exige un consumo máximo de 500 calorías diarias, por lo que insta a las personas a que hagan la prueba de solo ingerir esta cantidad, sin hacer uso de los parches o tomar las pastillas, para que comprueben que perderán el peso prometido por los promotores de las “dietas rápidas”.
“Una manera de tener un cuerpo sano, es haciendo ejercicios y aprender a balancear la ingesta de alimentos. Esto te ayudará a perder peso, así como a mantenerlo”, puntualiza el experto.
Detalles
Efectos negativos
El especialista dice que estas dietas son nefastas para el organismo, porque producen un desorden hidroelectrolítico, se pierde potasio, vitaminas y bajan las defensas, a lo que se le agrega los riesgos de padecer diabetes, hipertensión o un paro cardiáco.
Marine asegura que casi todo el que usa estos productos está consciente de los efectos de los mismos y no ignoran el peligro al que se exponen. Pero aún así, explica que para cerciorarse de su legalidad se debe tomar en cuenta, que no sea vendido en un lugar clandestino, que tenga un aval científico y registro sanitario comprobable.
