El Gobierno tiene por delante la responsabilidad de elaborar el proyecto de presupuesto de ingresos y ley de gastos públicos para el próximo año 2012, una tarea que podría calificarse de rutinaria, dada la costumbre de hacerlo todos los años.
Pero en esta ocasión hay varios elementos que hacen de la elaboración del documento que sirve de base para la estimación de ingresos y gastos públicos, una tarea muy delicada.
Primero, es preciso tomar en cuenta que una parte de la ejecución presupuestaria del próximo año le tocará a un nuevo presidente; ya sea del partido oficial o de la oposición, será otro hombre el que dirigirá los destinos del país a partir del 16 de agosto, lo que hace recomendable prepararse para entregar las cuentas claras.
Pero además, en el presupuesto del próximo año hay que identificar partidas presupuestarias adicionales para la operatividad de los dos órganos institucionales nuevos que se crearon en la Constitución de enero de 2010: el Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior Electoral. Para ambas cortes, cuyos miembros serán seleccionados este año por el Consejo Nacional de la Magistratura, hay que identificar sedes físicas, personal operativo, mobiliario y partidas económicas que le sirvan de sustento.
Se podría pensar que es prematuro hablar ahora del presupuesto del próximo año, pero es la propia Ley Orgánica de Presupuesto del Sector Público número 423-06, la que ordena en su artículo 34 que el anteproyecto de presupuesto de ingresos y ley de gastos públicos debe ser elaborado por el Ministerio de Hacienda y presentado ante el Consejo Nacional de Desarrollo a más tardar el 1 de octubre, es decir, en 38 días a partir de esta fecha.
Esa misma legislación, en su artículo 40, manda al Poder Ejecutivo a someter el proyecto de presupuesto al Congreso Nacional durante la segunda legislatura ordinaria, lo cual implica que debe ser antes del 17 de noviembre de cada año.
Además de las previsiones por el cambio de gobierno en el próximo año, y de la creación de nuevos órganos institucionales, el presupuesto del 2012 debe ser lo suficientemente bien diseñado por el gobierno actual, para garantizar la estabilidad de la macroeconomía en medio de una situación de crisis internacional y de exceso de endeudamiento interno y externo en el ámbito local.
