En el barrio Las Cañitas, de la capital, micro y pequeños empresarios han mejorado sus condiciones económicas con respaldo de Banca Solidaria (BS), que les ha proporcionado capital de trabajo y capacitación financiera para su crecimiento y desarrollo.De acuerdo con informaciones ofrecidas por la institución estatal, de eso hablan con regocijo los habitantes del sector. Banca Solidaria ha enfocado su programa de crédito a numerosos trabajadores del populoso barrio, que en base a material de hojalata elaboran una variedad de utensilios e instrumentos, como calderos, tapas, guayos, güiras, anafes y alcancías. Asimismo, los hojalateros fabrican las herramientas básicas que utilizan panaderías y reposterías para moldear y hornear pan, bizcocho y otros derivados de la harina.
Sus mercancías, según aseguran, tienen una venta rápida y segura a nivel nacional e internacional, ya que en el caso de la güira que fabrican, instrumento básico de percusión en la música tropical, como el merengue, bachata y la salsa, se exporta a diferentes destinos de Estados Unidos. Cuando hablan de Banca Solidaria, los microempresarios lo definen como un programa de “condiciones bondadosas” tanto en el desembolso de capital como en el pago de las cuotas mensuales, que se genera a la tasa más baja del mercado. Los microempresarios afirman que su crecimiento les ha permitido generar empleos en el barrio, otorgándoles oportunidades de trabajo a jóvenes que antes estaban sumidos en el ocio.
Señalan que ocupando su tiempo en la producción útil, con lo cual ganan dinero lícitamente, estos jóvenes no quedan expuestos a la delincuencia ni son tentados por las malas influencias. Maira Jiménez, directora de BS, visitó ayer a varios de esos pequeños empresarios, quienes le expresaron el crecimiento y cambio que han logrado.
