Elecciones y poder: sentido de la política

Tengo 45 años y desde los 22 he organizado mi vida con un solo propósito: ser política, hacer política, comer política,…

Tengo 45 años y desde los 22 he organizado mi vida con un solo propósito: ser política, hacer política, comer política, soñar política, gozar y sufrir política. Es mi naturaleza”, comenta María del Rosario Galván en una carta dirigida a Nicolás Valdivia, en la exquisita novela “La Silla del Águila”, del recientemente fallecido Carlos Fuentes, uno de los más grandes escritores de América Latina, a quien rendimos tributo.

Estoy seguro que no pocos políticos dominicanos se ven reflejados en la confesión de este personaje del maestro Fuentes. A muchos de nuestros dirigentes se les ve como una especie de zoon politikon (animales políticos), no sólo en el sentido aristotélico del término de su capacidad de relacionarse políticamente, sino por ser personas dedicadas en cuerpo y alma a la actividad política. “Comer política” ha sido una de la característica más relevante de los líderes de mayor éxito en la política dominicana.

La pasión por conseguir poder define el ejercicio de esta actividad. Competir por una “parcela de autoridad” es la naturaleza de los que viven y sueñan la política. Ahora bien, el propósito final de esta vocación es diverso. Puede ser un poder para servir al país y llevar a cabo las grandes transformaciones económicas e institucionales que se requieren.

Sin embargo, otra visión entiende el poder como un fin en sí mismo, y por lo tanto, lo fundamental es centralizar y concentrar el poder en una figura casi mesiánica, que se entiende predestinada a perpetuarse en el control del Estado. ¡Ay qué dolor! Este ha sido el gran mal de la República Dominicana desde su fundación y la nueva generación de políticos no hace nada para enfrentarlo.

Todo lo contrario, los políticos más exitosos han renegado de la tradición democrática de tantos hombres y mujeres que han luchado por un país de mayor justicia y equidad y han preferido asumir la herencia más autoritaria de la vida política nacional.

Esta forma de ejercer la política ha dado espacio a aquellos que se han aprovechado del Estado para enriquecerse y ostentan con descaro, un patrimonio que ha sido fruto de la práctica indecente de la corrupción.

A los líderes que hoy compiten por ganarse el favor del pueblo para gobernar, les corresponde asumir seriamente el reto de replantearse el propósito de alcanzar el poder.

Es necesario entender que la gestión al frente del Estado debe ser para enfrentar los males ancestrales de la sociedad dominicana, aunque esto no dé rédito político en el corto plazo.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas