Danilo Medina guardó en tan absoluto hermetismo el anuncio de que escogía a Margarita Cedeño de Fernández como su compañera de boleta que los dirigentes convocados a la asamblea de este miércoles creían acudir a un evento partidario rutinario en tiempos de campaña, donde delinearían algunas acciones, tratarían sobre logísticas para el incremento del proselitismo y conocerían de una u otra acción estratégica de las que están por producirse. Ni siquiera la propia Primera Dama sabía que en esa asamblea iba a hacerse el anuncio de su escogencia para ir de segunda a bordo de la boleta morada. Es más, junto a varias de sus asistentes en el Despacho se preparaba para acudir a un par de actos de carácter y contenido social de esos que le organiza su corte o equipo de trabajo cuando recibió una llamada de uno de los asistentes más cercanos al Titán de Bronce con un mensaje de éste para que acudiera, bajo algunas coordenadas, al hotel al que ya estaban llegando miembros del poderoso comité político y del comité central peledeísta, “porque el candidato quiere hacer un anuncio muy importante con su presencia”. Ella se lo imaginó y no dudó un segundo en aceptar.
Lo demás es historia y lo conoce el país…
Aristas sueltas
Es cierto que Danilo Medina apresuró el anuncio de la selección de Margarita porque algunas aristas de la cadena como que se estaban saliendo de su sitio.
Lo primero fue que hubo una filtración indiscreta y al senador Félix Bautista se le soltó el gatillo cuando “avanzó” la semana pasada que Medina ya había escogido a Margarita, y hubo que hacer algunos enderezos pues ciertas avispas salieron del panal y, con los aclarandos ocurrió algo inesperado: más de uno de los aspirantes “por las tripas” a la nominación tuvo(ieron) la osadía de iniciar labores solapadas de promoción, y eso había que pararlo antes de que tomara cuerpo para evitar males intestinos mayores.
Así como lo he relatado ocurrió…
