Ellas, al volante de una Harley-Davidson

Aventura. Las motocicletas Harley-Davidson son máquinas dotadas de gran fuerza y estilo. Su dominio no es solo cosa de hombres, las mujeres también cuentan con la destreza para “dominarla” y realizar largos recorridos en las carreteras

Aventura. Las motocicletas Harley-Davidson son máquinas dotadas de gran fuerza y estilo. Su dominio no es solo cosa de hombres, las mujeres también cuentan con la destreza para “dominarla” y realizar largos recorridos en las carreteras

La mujer actual se caracteriza por ser independiente, libre y fuerte. Estas cualidades las ha asumido en cada aspecto de su vida, ya sea en el plano amoroso, laboral, familiar o individual, sin importar las imposiciones del machismo, presión eclesiástica o tabúes de la sociedad. Nosotras hemos demostrado que podemos con todo, incluso, ir al volante de una Harley-Davidson.

Difícilmente, en 1903 un par de jóvenes veinteañeros norteamericanos podrían imaginarse que un invento casero suyo llegaría a ser un emblema simbólico de rebeldía, que a partir de ahí surgiría un estilo de vida diferente y que la reproducción de sus modelos adquiría tal valor que luego de establecer una compañía de manera formal, Harley-Davidson Motor Company, sus nombres y creación permanecerían vigentes por más de un siglo.

Este potente motor a través del tiempo ha sabido cautivar a los amantes de la velocidad y la mecánica, así como llamar la atención de otros por la majestuosidad de sus diseños.  Aquí, en la República Dominicana esta potente motocicleta ha ganado muchos adeptos, tanto que desde hace unos años han surgido grupos motorizados, que se hacen llamar “harlistas”, que de vez en cuando se “adueñan” de las carreteras nacionales.

María Teresa Saya L.A.M.A.

Miembro de Latin American Motorcycle Association (L.A.M.A.). Su pasión por los motores data desde muy joven. Le gustaban tanto, que llego a tener una Yamaha Chapi a escondidas de sus padres.

Luego, conoció a Alan Martínez, hoy su esposo, quien resultó tener la misma afición. Según ella, él la enamoró en dos ruedas. Ahora, los dos comparten el “dominar” las vías en una Harley. “Una libertad absoluta. Solo soy yo, Mi moto, mi música…y el resto del paisaje para disfrutar”, expresa Saya.

María Rosa Leo.  Hog Dominicano.

Desde que tiene memoria ha sentido fascinación por las motocicletas, pero la negativa de sus padres no le permitía hacer realidad sus deseos. Un día, como explica ella, “rompió la muralla” y luego de conocer a su pareja (otro apasionado por la Harley-Davidson) en el 2004 pudo experimentar la potencia de esta máquina.

Define su experiencia como “Maravillosa e inexplicable. Montar la moto es estar contigo misma, haciendo lo que quieres y como quieres, donde solo tú tienes el control, logrando satisfacer una necesidad personal. Es mi pasión.”

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