Los embutidos se mantienen dentro de la oferta culinaria del sector turístico, cuyos representantes tienen plena confianza en las industrias formales y en su eficiencia.
A pesar del escándalo que desató la denuncia del Instituto de Protección de los derechos del Consumidor (Pro Consumidor) sobre muestras tomadas en 22 industrias que arrojaron bajos niveles de calidad, no existen reportes sobre resistencia alguna por parte de los hoteles para colocar embutidos en sus menús alimenticios. Y hay una razón lógica para que estas empresas, que alojan a turistas extranjeros y locales, confíen en los productos que utilizan. “Es que los ingredientes y productos consumidos en los bufetes de establecimientos turísticos son de primera calidad. A eso se suma que se realizan procesos rigurosos de auditoría de control de calidad externa a los hoteles, donde se analiza todo lo que se ingiere”, aseguró el presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), Julio Llibre.
Dijo que “con este escándalo que se ha desatado por el tema del salami no hay duda de que las empresas turísticas han reforzado mucho más los controles internos”. “No tengo la información de que ningún hotel haya dejado de servir salami u otro tipo de embutido, pero tampoco hay temores, porque estos negocios compran un producto de primera, a empresas que tienen los más altos estándares de calidad y credibilidad”, apuntó.
La semana pasada Pro Consumidor informó que de las muestras analizadas en 22 embutidoras se determinó que el 97% de los salamis analizado tienen contenido de proteína por debajo del límite establecido que es un mínimo de 16%, mientras que el 51% de las muestras arrojaron que el nitrito de sodio está por encima del límite permitido; el 15% presentó coliformes fecales y el 12% presentó alto contenido de levaduras.
El presidente de Asonahores planteó ayer que nunca debió hacerse un escándalo de este tipo y que la práctica de hacer acusaciones generales sin identificar responsables hay que desterrarla, tanto del sector público como privado. “Yo creo en la industria de los embutidos, porque toda la vida ha funcionado con eficiencia. El hecho de que existan industrias de patio, no debe ser motivo para que se perjudique a sectores industriales organizados y que son cumplidores de los controles de calidad y de los controles sanitarios”, dijo Llibre.
De su lado, el vicepresidente ejecutivo de Asonahores, Arturo Villanueva, sostuvo que los hoteles toda la vida compran embutidos en empresas de reconocida solvencia con sus sellos de garantía. “Yo creo, incluso, que se avanzó al hacer las debidas aclaraciones al respecto sobre el tema que se discute. Esa aclaración la han hecho varios ministros, incluyendo el de Salud Pública”, dijo Villanueva.
Consultada sobre el mismo tema, la directora ejecutiva de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Samaná, Fabeth Martínez, expresó que “en cuanto al tema de los embutidos lo mejor es que las autoridades competentes dicten las pautas a seguir y que la gente pueda saber qué hacer al respecto”.
Martínez dijo que entre los miembros de la institución que dirige nadie se ha quejado por el tema de los embutidos”. Martínez defendió también a los fabricantes formales que venden embutidos en los establecimientos de la provincia Samaná.
elCaribe preguntó ayer al director de Digenor, Manuel Guerrero, por qué el empeño en no ofrecer al público los nombres de los salamis que no reúnen calidad para ser consumidos. Esta fue su respuesta: “La idea de realizar el nuevo estudio es precisamente que la población pueda conocer la realidad del mercado de los embutidos y que las autoridades puedan actuar con prontitud, en caso haber irregularidades”.
Situación en la frontera por zona de Dajabón
Ayer, el embajador de Haití, Fritz Cineas, aclaró que su país tomó la decisión de prohibir la importación de salami dominicano como medida de prevención luego del informe emitido por Pro Consumidor que cuestionó la calidad del producto.
El diplomático no profundizó en el tema, argumentando que espera autorización de su gobierno para tocar ese punto.
De su lado, la directora de Pro Consumidor sostiene que no pudo dar los nombres de las marcas que ese organismo analizó, porque entre ellas había productos falsificados.
En cuanto al comercio de embutidos por la frontera norte (Dajabón), la situación empeora, según reportó el corresponsal de CDN, Canal 37, William Estévez. En esa zona varios comerciantes favorecen que en el nuevo estudio sobre los embutidos se actúe claro y sin “tirar bolas a rodar”.
